El exespía ruso Serguéi Skripal, que fue envenenado en Inglaterra con un gas nervioso supuestamente letal, junto a su hija Yulia, el pasado 4 de marzo, se recupera rápidamente y ya no se encuentra en estado crítico, según ha informado el hospital que les atiende. Yulia ya se ha comunicado en los últimos días con los médicos y enfermeras, aunque el hospital no quiere especular con una fecha para su alta.

La parcial curación de los Skripal -una 'gran noticia', según la Embajada de Rusia en Reino Unido- es otro hecho desconcertante en un caso en el que el Gobierno británico culpa al Kremlin de un intento de asesinar a los Skripal con el gas Novichok, producido para este tipo de crímenes -según fuentes de Inteligencia citadas por 'The Times'- en el laboratorio oficial de la Defensa rusa, en Shikhany.

Tras la identificación del agente nervioso en el laboratorio de Porton Down, el Gobierno británico emprendió una exitosa coordinación de países aliados para castigar la acción rusa con la expulsión de diplomáticos. Theresa May, que en público describió el gas como "del tipo desarrollado por Rusia", presentó a otros países, según la prensa británica, la información de Inteligencia que sostenía esa acusación.

La primera noticia de la producción de Novichok fue la publicación en 1992 de un libro por el científico ruso Vil Mirzayanov en el que, tras sentirse horrorizado por la producción de ese gas en laboratorios oficiales de una Unión Soviética en proceso de disolución, divulgó al mundo las fórmulas necesarias para obtener un compuesto único, por la combinación de fósforo y nitrógeno.

Pero el gas, cuyo nombre se traduce como 'el recién llegado' por la novedad de sus características, es un fantasma en el orden internacional. Nadie reconoce su posesión, también Rusia la niega. Se consideraba letal por la ausencia de antídotos. Pero Reino Unido llegó a la conclusión de que las muestras extraídas de los Skripal corresponden, según el espectrómetro de Porton Down, con la familia Novichok, y tiene curación.

Otro enredo en la batalla de la información. El jueves, una televisión rusa emitió una supuesta conversación entre Yulia y su prima Viktoria, cuya autenticidad puso en duda incluso la cadena que la emitió. Horas después, la policía británica publicó un comunicado de Yulia. En la supuesta conversación, la hija hablaba de la recuperación de su padre, pero en el comunicado oficial no la mencionaba. Y se anuncia este viernes.

La recuperación de padre e hija ha llegado acompañada de una noticia triste. El gato de Serguéi y sus conejillos de indias han muerto tras el sellado de su domicilio por los investigadores del caso.