La Unión Europea empezará a preparar la negociación sobre la futura relación con Londres

Ambas partes defienden la buena voluntad en als negociaciones.

La primera ministra británica, Theresa May
La primera ministra británica, Theresa May
Reuters

Los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron este viernes empezar los trabajos para preparar las negociaciones sobre su relación con Londres tras el "brexit", lo que permite a la primera ministra británica, Theresa May, regresar a su país con un mensaje de "optimismo", aunque que estas no pueden comenzar aún.

"Aunque el progreso no es suficiente, esto no significa que no haya ningún progreso. El Consejo ha acordado empezar la preparación interna para la discusión sobre el marco para la futura relación y los acuerdos transitorios", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la rueda de prensa al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada entre el jueves y el viernes.

Los líderes se reunieron sin el Reino Unido para aprobar sus conclusiones sobre el estado de las negociaciones para el "brexit", después de haber escuchado anoche la posición británica expuesta por May, quien esta mañana se entrevistó en privado con Tusk.

Los Veintisiete constataron que no se han producido los avances suficientes en los puntos prioritarios de la primera fase de la negociación -la dedicada a cerrar un acuerdo de salida- como para pasar a la segunda etapa, crucial para Londres, en la que se definirá la futura relación entre ellos.

Sin embargo, quisieron lanzar un mensaje "positivo", reconocía Tusk, al enfatizar los progresos alcanzados hasta ahora y comenzar los trabajos para preparar la segunda fase de las negociaciones, a la que confían poder dar luz verde el próximo diciembre.

"Mi sentimiento tras mi reunión con la primera ministra May es que ambos lados presentan solo buena voluntad", dijo el presidente del Consejo Europeo, quien insistió en que los Veintisiete apoyarán las negociaciones de forma "positiva y constructiva".

Frente al positivismo de Tusk, que él mismo tachó de "obligación", el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló que sí puede hablarse de "punto muerto" en las negociaciones y cargó contra el Gobierno de May por plantear la perspectiva de concluir la negociación sin acuerdo.

"Mientras en el Reino Unido algunos defienden la causa del 'no acuerdo', nadie explica en detalle lo que esto quiere decir", según Juncker, quien insistió en que la Comisión "hace todo lo posible por llegar a un compromiso correcto, equilibrado y justo" con Londres.

El mensaje de los líderes permitió a May declararse "optimista" por haber conseguido que se inicien los trabajos preparatorios y por las posibilidades de lograr una "asociación especial" con la UE, algo crucial para la mandataria británica en un momento en que sufre gran presión interna por parte de los euroescépticos.

"Los europeos -afirmó- compartimos los mismos valores, pero también desafíos comunes, como la seguridad y la defensa o la inmigración, sobre los que tendremos que seguir trabajando juntos", dando algunas pistas de por dónde desea que vaya la futura asociación, más allá del libre comercio con la Unión.

Pese a las muestras de buena voluntad de ambos lados, sigue sin resolverse el escollo de la factura del divorcio, el punto mas conflictivo de los tres considerados prioritarios para clausurar con éxito la primera fase negociadora. Los otros dos son los derechos de los ciudadanos y la situación de Irlanda del Norte.

Los Veintisiete piden a May que concrete en una propuesta el compromiso, expresado el pasado septiembre en su discurso de Florencia (norte de Italia), de respetar sus obligaciones financieras tras su retirada de la UE, pero Londres insiste en que la factura formará parte del acuerdo sobre la futura relación.

El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que para que la negociación progrese falta que el Reino Unido haga "un esfuerzo financiero importante" y, aunque reconoció los "gestos de apertura" de May en las últimas semanas, recordó que "queda mucho trabajo por hacer" para pasar a la segunda etapa.

También la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que depende de los progresos que haga el Reino Unido que esto ocurra en diciembre y recordó que los derechos de los ciudadanos y la situación en Irlanda del Norte siguen sobre la mesa.

Sin embargo, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, confió en que se constaten progresos suficientes en diciembre y consideró que para ello no es imprescindible cerrar acuerdos sobre las tres prioridades.

En otro orden de cosas, los jefes de Estado y Gobierno apoyaron la "Agenda de los Líderes" para los próximos dos años propuesta por Tusk, iniciativa que pide centrarse en cuestiones prioritarias, como la reforma de la eurozona o la crisis migratoria, y aboga por dar un papel más relevante a los líderes de Gobierno para desbloquear las propuestas que no encuentran consenso a nivel ministerial

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