Hacía 400 años que no se veía a una mujer en el interior del templo de Shani Shingnapur, en el estado occidental indio de Maharashtra.

Durante cuatro siglos las mujeres habían tenido prohibida la entrada al interior del santuario del templo. Hasta este viernes.

El levantamiento del veto ha sido gracias al activismo de trupti Desai, una activista por los derechos de la mujer que alzó un recurso ante el Tribunal Supremo de Bombay en marzo de este año. El Tribunal ha levantado la prohibición y cualquier persona puede entrar ya en el santuario.

Pero han ganado solo una batalla. Porque aunque la prohibición sea una violación flagrante de la Constitución india, muchos santuarios continúan prohibiendo la entrada a las mujeres una vez llegan a la pubertad. El pretexto: que su presencia convertirá en impuro el lugar.