La niña que conmovió al Papa

Lizzy Myers padece el síndrome de Usher y perderá progresivamente la vista y el oído.

El Papa Francisco habla con Lizzy, una niña de 5 años que padece el síndrome de Usher.
El Papa Francisco habla con Lizzy, una niña de 5 años que padece el síndrome de Usher.
Reuters

El papa Francisco saludó este miércoles en el Vaticano a Elizabeth "Lizzy" Myers, una niña estadounidense de cinco años, cuyo deseo era conocerle y que padece un trastorno genético que le provocará ceguera y sordera en los próximos años.


La niña, que vive en Ohio (EEUU), asistió a la audiencia general que el papa Francisco ofreció en la Plaza de San Pedro del Vaticano y, al término, pudo saludarle e intercambiar con el pontífice unas palabras.


Durante unos minutos, el papa bendijo los ojos de Myers, le acarició la cara y le aseguró que rezará por su familia, mientras que la niña regaló a Jorge Bergoglio "un pequeño meteorito", dijeron los padres en una rueda de prensa.


Lizzy Myers padece síndrome de Usher, un trastorno genético que causa sordera y ceguera congénita, y había expresado a sus padres "el deseo de conocer" a Bergoglio.


La intención de los padres de Myers de cumplir el deseo de su hija y viajar al Vaticano antes de que perdiera la vista y el oído fue recogida por medios de comunicación de todo el mundo.


Además, generó un movimiento solidario que culminó con la invitación a toda la familia por parte de la compañía aérea Turkish Airlines de viajar sin coste a Roma, según medios locales.


Myers acudió a la audiencia general de este miércoles en el Vaticano con sus padres y su hermana.

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