Ucrania y los separatistas ganan terreno antes de negociar la paz

Intensificaron los combates en Donetsk antes de reanudar las conversaciones.

Las fuerzas gubernamentales ucranianas y las milicias prorrusas apuraron las últimas oportunidades de ganar terreno al intensificar los combates en toda la región de Donetsk antes de la reanudación de las negociaciones de paz en Minsk.


"Hace 25 minutos fue atacado nuestro Estado Mayor en Kramatorsk (región de Donetsk) con lanzaderas de misiles Tornado (Smerch)", aseguró Petró Poroshenko, el presidente ucraniano, durante una intervención ante la Rada Suprema o Parlamento.


Según fuentes oficiales, 11 personas -siete civiles y cuatro militares- murieron al impactar más de 30 misiles en el aeródromo y en el bulevar de la ciudad de Kramatorsk, donde se encuentra la base de las fuerzas gubernamentales desplegadas en el este del país.


La onda expansiva hirió a otros 32 militares y 28 civiles, entre ellos cinco niños, y causó importantes desperfectos a los edificios y comercios circundantes.


Algunos de los misiles, que fueron disparados desde lanzaderas múltiples de misiles apostadas en el bastión prorruso de Górlovka, no estallaron al caer en plena calle y fueron fotografiados por los vecinos, que colgaron las imágenes en las redes sociales.


En una de las imágenes se puede ver un misil de más de dos metros Smerch -con un alcance de casi 20 kilómetros y 300 milímetros de calibre- clavado en la calzada ante la mirada curiosa de los vecinos, y otro varado en un balcón de un edificio de viviendas.


Testigos oculares confirmaron a medios locales y rusos el impacto de numerosos cohetes sobre la ciudad, antaño bastión prorruso tomado a mediados de 2014 por las fuerzas leales a Kiev.


Kramatorsk "era, en principio, una zona segura", explicó el presidente, cuya acusación fue rechazada rotundamente por los separatistas prorrusos.


La autoproclamara república popular de Donetsk "no atacó Kramatorsk. Nosotros no disparamos contra las ciudades donde se encuentra la población civil, a diferencia de Ucrania. Esto es una provocación", declaró un portavoz insurgente.


La fuente insistió en que las características técnicas de las lanzaderas de misiles en poder de las milicias rebeldes impiden alcanzar Kramatorsk desde sus actuales posiciones.


Mientras, unidades de la Guardia Nacional apoyadas por efectivos del Ejército se hicieron con el control de varias ciudades en el sur de Donetsk, según el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexandr Turchínov.


Tras romper las defensas enemigas, las tropas gubernamentales entraron en la ciudades de Pavlopol, Komintérnovo, Lebedinski, Berdiánskoe y Shirókino.


"Al enemigo se le han infligido graves pérdidas", dijo Turchínov, quien indicó que como resultado de la ofensiva las fuerzas ucranianas han garantizado la defensa de la ciudad de Mariúpol, sede del Gobierno regional situada a orillas del mar de Azov.


El objetivo final de las fuerzas ucranianas en esa zona podría ser la recuperación de la ciudad de Novoazovsk, a unos 30 kilómetros al este de Mariúpol y unos 10 kilómetros de la frontera con Rusia, desde donde según Kiev separatistas reciben refuerzos y pertrechos.


Por otra parte, el Ministerio de Defensa informó de que las fuerzas gubernamentales aún controlan la ciudad de Debáltsevo, después de que los rebeldes proclamaran ayer que han cercado a unos 6.000 militares ucranianos en esa zona.


Según Defensa, la situación junto a Debáltsevo, estratégico nudo ferroviario que se encuentra a medio camino entre las ciudades de Donetsk y Lugansk, los principales reductos separatistas, es "compleja pero controlable".


"Hacia el lugar de los combates se envían refuerzos y armamento pesado", añade el comunicado, que subraya que la carretera que une Debáltsevo y Artiomovsk, la única vía de aprovisionamiento de las tropas que se encuentran en esa zona, "fue desbloqueada por los militares ucranianos".


Por su parte, las milicias prorrusas afirmaron haberse hecho con el control de la localidad de Novogrigorovka y la parte norte de Kamenki, ambas en las afueras de Debáltsevo.


Las tropas ucranianas se repliegan con "grandes pérdidas, tanto en hombres como en material bélico", según los rebeldes.


Precisamente, el trazado de una línea de separación es la mayor intriga de la nueva ronda de negociaciones de paz entre Kiev y los separatistas que tiene lugar hoy en Minsk con mediación de Rusia y la OSCE.


Los milicianos han reconquistado cientos de kilómetros cuadrados desde principios de año y sus negociadores ya han asegurado que en Minsk no darán "ni un paso atrás".


Este encuentro es considerado un preludio de la prevista cumbre que celebrarán mañana en la capital bielorrusa los líderes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia para intentar lograr una solución duradera al conflicto en el este ucraniano.