Reino Unido intenta evitar la llegada del ébola con controles en el aeropuerto de Heathrow

Estas inspecciones se extenderán al aeropuerto de Gatwick y a las terminales de tren Eurostar.

Londres someterá desde este martes a exámenes en el aeropuerto de Heathrow a los pasajeros procedentes de lugares afectados por el ébola para evitar que el virus llegue al Reino Unido, anunció el titular británico de Sanidad, Jeremy Hunt.


Si bien el Gobierno descartó la semana pasada esos controles al considerar "bajo" el peligro que el virus supone para el Reino Unido, ahora ha cambiado de postura ante "un posible incremento del nivel de riesgo".


En una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, el titular británico de Sanidad informó de que esas medidas comenzarán a aplicarse desde el martes en la terminal 1 del concurrido aeródromo británico de Heathrow, donde se tomará la temperatura corporal a las personas procedentes de países de riesgo.


"Se les tomará la temperatura y cumplimentarán un cuestionario en el que se les preguntará por su estado actual de salud, su historial reciente de viajes y si podrían suponer un riesgo potencial por el contacto con pacientes de ébola", explicó.


Esos controles se extenderán al aeropuerto de Gatwick y a las terminales del tren Eurostar a finales de la próxima semana porque aunque ahora no hay vuelos directos con los países de África Occidental más afectados por el virus -Liberia, Sierra Leona y Guinea- sí hay rutas indirectas a través de Europa.


Además, a aquellas personas que supongan un riesgo pero no presenten síntomas manifiestos se les proporcionará un número de teléfono de las autoridades sanitarias británicas al que deberán llamar en caso de que los desarrollen durante el periodo de incubación de veintiún días.


Desde el Ejecutivo de Londres se admite que no será posible identificar a todos los viajeros procedentes de esos tres países africanos, pero se estima que un 89 % se someterá a dichos controles, que también podrían aplicarse en Birmingham y Manchester (norte del país) si el nivel de riesgo aumentara.


"Es importante tener en cuenta que ningún procedimiento de exámenes y supervisiones podrá identificar al 100 % de las personas procedentes de países afectados por el ébola, puesto que algunos no vendrán de manera directa", advirtió Hunt.


El Reino Unido, que hasta la fecha ha destinado 125 millones de libras (158 millones de euros) a la lucha contra un virus que se ha cobrado la vida de más de 4.000 personas, dispondrá de "información visible" en sus puntos de entrada al país, en los que pedirá a los viajeros que sean ellos mismos los que comuniquen a las autoridades si en los últimos veintiún días han viajado a la región afectada.


Aunque Hunt alertó de que "la situación empeorará antes de mejorar", instó a no flaquear en la "determinación de derrotar al ébola, por la seguridad de la población británica y como parte de nuestra responsabilidad hacia algunos de los países más pobres del planeta".


Dentro de los planes de Londres ante hipotéticos casos de positivos por ébola, los afectados serán trasladados al Royal Free Hospital, en el norte de la capital británica, el centro médico especializado del Reino Unido para el tratamiento de enfermedades peligrosas e infecciosas.


Además, el Gobierno tiene previsto incrementar el número de camas destinadas a pacientes infectados con ébola en las ciudades inglesas de Newcaslte, Liverpool y Sheffield, hasta alcanzar un total de 26.


El primer ministro británico, David Cameron, subrayó que el Reino Unido está haciendo "más que casi cualquier otro país del mundo" para contribuir a erradicar la crisis del ébola en África Occidental.


"No sólo estamos haciendo más que casi cualquier otro país del mundo para lidiar con este problema desde el origen en Sierra Leona y otros países, sino que además adoptaremos medidas muy fuertes aquí para asegurarnos de que mantenemos seguros a los ciudadanos", afirmó el líder tory durante una visita a Portsmouth, en el sur del país.


El alcalde de Londres, Boris Johnson, advirtió el pasado fin de semana de que había "pocas dudas" de que el ébola llegaría al Reino Unido y criticó los controles sanitarios en los aeropuertos por considerarlos "una solución lejos de ser perfecta".