LABORAL

Acaba el encierro de ocho días en Luna tras el acuerdo sobre la deuda con los 200 empleados

La dirección empresarial retira la claúsula de renuncia a acciones judiciales, mientras los sindicatos advierten de que todavía "queda mucho camino por recorrer" en los tribunales.

Un grupo de trabajadores de Luna aplaude a las puertas de la fábrica tras conocer el resultado del acuerdo con la empresa.Un grupo de trabajadores de Luna aplaude a las puertas de la fábrica tras conocer el resultado del acuerdo con la empresa.
Acaba el encierro de ocho días en Luna tras el acuerdo sobre la deuda con los 200 empleados
RAFAEL GOBANTES

A las dos de la tarde de ayer, los trabajadores de Luna dieron por concluido su encierro en la fábrica de grúas de Huesca, una protesta que ha durado 186 horas. La decisión se adoptó tras alcanzar un acuerdo con la dirección en las tablas salariales que permitirán el cálculo de las nóminas atrasadas y las indemnizaciones.

El lunes ya se consensuaron los números, pero la dirección condicionó el pacto a una cláusula de renuncia a acciones judiciales que los sindicatos rechazaron frontalmente. Por fin ayer, tras una nueva reunión en la que participaron los comité de Huesca y Almudévar, los administradores concursales y la empresa, ésta decidió retirarla para posibilitar una salida al conflicto.

De forma inmediata quedó desconvocado el encierro que desde el día 7 ha mantenido la plantilla en la sala de juntas. En este lugar tuvo lugar ayer la reunión, calificada de "tensa" por los sindicatos. Fuera, en los pasillos y en la calle, esperaban decenas de empleados.

"Es paradójico que hayamos estado ocho días encerrados para que se nos reconozcan derechos básicos", declaró Salvador Salas, de CC. OO. En una asamblea informativa improvisada a las puertas de la factoría, advirtió de que "esto no acaba aquí, es un escalón más y aún queda camino por recorrer", en referencia a las acciones judiciales emprendidas para obtener indemnizaciones superiores a los 20 días por año trabajado que paga el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), y para demostrar las responsabilidades subsidiarias de las otras empresas de la familia Luna (Campo Redondo y Talleres Gruyma).

Salvador Salas alabó el comportamiento de la plantilla "pese a su situación desesperada", ya que no perciben el desempleo desde julio y a algunos se les adeudan hasta cinco nóminas. "Han dado muestras de gran capacidad de aguante y de civismo, creo que eso también lo ha percibido la sociedad".

"Esto no ha terminado"

También el representante de UGT, Luis Tejedor, dijo que "esto no ha terminado, ni mucho menos" y que el esfuerzo del encierro "no ha sido en balde". La supresión de la cláusula, añadió, es "un triunfo muy modesto, pero un éxito de los trabajadores, que ahora deben seguir unidos sin descartar ningún tipo de movilización para defender sus intereses ante el juez y ante quien sea". Reprochó que el juzgado "no haya perdido ni un minuto en investigar a las otras empresas del grupo".

En los ocho días que ha durado la movilización, aproximadamente la mitad de la plantilla se ha ido turnando en el encierro, siempre con la presencia de algún miembro del comité. Roberto Palacios y José Esteban Becana, dos de los encerrados, abandonaban ayer la fábrica con un sabor agridulce.

El primero se mostraba "decepcionado" porque un 50 por ciento de compañeros no hubiera participado en el encierro, pero al mismo tiempo valoraba el esfuerzo de la otra mitad y los apoyos recibidos desde fuera. En estos días los han visitado el alcalde y concejales de Huesca, la alcaldesa de Almudévar y líderes sindicales, entre ellos el secretario confederal de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.

Ocho minutos para resolverlo

Para su compañero José Esteban Becana, lo lamentable es que "hemos estado ocho días en un encierro que cuando han querido lo han resuelto en ocho minutos". En su opinión, "todo ha sido una estrategia de la empresa para irnos estrangulando económicamente, dejando pasar el tiempo y que los trabajadores aceptáramos cualquier acuerdo que nos echaran en la mesa porque no podíamos aguantar más".

La plantilla tendrá que esperar ahora a que el juzgado de lo Mercantil, encargado de tramitar el concurso de acreedores, resuelva la extinción de los 200 contratos. El periodo de consultas acabó y todas las partes han presentado sus informes, pero falta el de la Dirección General de Trabajo, que tiene 15 días para emitirlo.

La empresa adeuda varios salarios a sus trabajadores. Fuentes de Luna indicaron que las nóminas atrasadas suman 900.000 euros y que las indemnizaciones podrían elevarse a 3 millones -ambas cantidades las pagará el Fogasa-. Además hay una deuda de 3,5 millones con otros acreedores.