"Mi madre pidió a su novio que abusara de mí para quitarme el miedo a los hombres"

El fiscal pide diez años de cárcel para una pareja por los presuntos abusos sufridos por una joven durante toda su infancia.

María Carmen A. B. y Julio S. M., ayer, en los pasillos de la Audiencia.
María Carmen A. B. y Julio S. M., ayer, en los pasillos de la Audiencia.
Mestre

Los abusos sexuales a menores se han convertido, por desgracia, en un delito demasiado habitual. Lo que resulta bastante más atípico es que sea la propia madre de la víctima la que acabe sentada en el banquillo. Sin embargo, la Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a Mª Carmen A. B. como presunta responsable del calvario que su hija dice haber sufrido durante su infancia y adolescencia, desde que tenía 11 años hasta que, cumplida la mayoría de edad, se marchó de casa. Y no es que la mujer abusara de ella, de lo que se le acusa es de consentir a su pareja, Julio S. M., que se aprovechara de la menor prácticamente a diario.Según la denunciante, con la peregrina excusa de quitarle el miedo que tenía a los hombres.


La Fiscalía da total credibilidad al testimonio de la joven, por lo que solicita que tanto su madre como su compañero sentimental sean condenados a sendas penas de 10 años de prisión por un delito continuado de agresión sexual. Según la chica, que ahora tiene 21 años, el hombre nunca llegó a penetrarla, aunque sí que parece que, además de manosearla por todas partes, en alguna ocasión le introdujo los dedos en los genitales.


"Si no denuncié antes todo esto es porque era una niña y llegué a considerarlo hasta normal. De hecho, el anterior novio de mi madre también abusó de mí (hay otro procedimiento judicial abierto por estos hechos). Pero a medida que fui creciendo me di cuenta de que aquello no era normal. Claro que no lo era", explicó la joven al tribunal. Según esta, si guardó silencio durante tantos años fue también "por miedo"."Yo no sabía qué iba a ser de mi vida o dónde iba a acabar", dijo, tras reconocer que la relación con su padre biológico es "prácticamente nula" y ni siquiera le contó lo que le estaba sucediendo.


La denunciante, que prestó declaración detrás de un biombo, indicó a los magistrados que a raíz de todo esto ha dejado de relacionarse con su madre, a la que responsabiliza de los abusos tanto como a su padrastro. Durante el interrogatorio, la chica habló de episodios especialmente tormentosos. "Recuerdo que una vez me drogaron con cocaína y me desperté desnuda en la cama con ellos dos", dijo.

Los acusados lo niegan todo


Los dos acusados lo negaron "absolutamente todo" y aseguraron al tribunal que la joven "siempre fue una adolescente muy conflictiva". Para intentar demostrarlo, recordaron que la Fiscalía de Menores la investigó en una ocasión por malos tratos a una compañera. También dijeron que cuando esta se marchó de casa se llevó algunas cosas, aunque nunca la denunciaron por robo ante la Policía.


"¿Cómo voy a instigar yo a mí pareja para hacer algo así? Estamos hablando de mi hija, oiga", manifestó María Carmen A. B., quien insistió ante los magistrados en que "nunca" le contó que su anterior novio –el de la madre– la había violado. La mujer tampoco observó "nada extraño" entre su posterior compañero sentimental y su hija.


Como la anterior, JulioS. M. aseguró que "jamás en la vida" existieron abusos sobre la menor. "Me hubiera parecido una barbaridad que me propusieran una cosa semejante", apostilló.


También declararon como testigos las dos hijas del acusado fruto de una relación anterior. La más joven, de 16 años, dijo que su padre no la ha tocado nunca. Sin embargo, admitió que tiene un carácter violento y que más de una vez la ha insultado. "Una vez se encaró conmigo y me llamó hija de puta hasta tres veces seguidas", señaló. También reconoció que le pareció "bastante extraño" verle tocar a la ahora denunciante "en la tripa y más abajo". Su hermana, de 24 años, también negó cualquier abuso sobre ella, pero igualmente habló del trato violento de su progenitor, con el que ahora no tiene relación.


Las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón explicaron que la víctima tiene tendencia a exagerar. "Lo que no significa que no esté diciendo la verdad", dijo la doctora Cristina Andreu. "No tenemos un método para decir si miente", aclaró.


La acusación particular, a cargo del letrado Eduardo Pinilla, pidió 12 años de cárcel para cada acusado. La letrada que defiende a ambos, Cristina Ruiz-Galbe, considera que todo es fruto de una fabulación de la joven y propuso la absolución de sus clientes.

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