Bares, restaurantes y comercios oscenses, los mejores avales para defender el título

?La ciudad altoaragonesa cuenta con establecimientos ya tradicionales y otros nuevos donde comer, cenar o ir de tapas se convierten en un aliciente más para los visitantes todo el año.

Un grupo de visitantes sigue antento las explicaciones de Mª Jesús Sanvicente en La Confianza.
Bares, restaurantes y comercios oscenses, los mejores avales para defender el título
Javier Blasco

En ellos se encuentra todo el potencial para hacer de Huesca un auténtico referente de la cocina nacional. Los bares, restaurantes y comercios especializados en alimentación apuestan fuerte por ofrecer los mejores platos y productos para que no quede duda de que la ciudad ha sido desde siempre merecedora del título.


"Huesca es una capital pequeña, pero su nivel gastronómico, en proporción, es espectacular", asegura Víctor Villacampa desde La Confianza, la histórica tienda de ultramarinos fundada en 1871 y que se mantiene prácticamente como entonces. Continúan vendiendo sus productos de siempre, como legumbres, chocolates, cafés, especias, licores, ahumados o mermeladas y su famoso bacalao.


Si se mira al techo se puede descubrir otro tesoro: los frescos obra del pintor oscense León Abadías. "Los visitantes pueden entrar aunque no compren nada. Tenemos asumido que somos una reliquia del comercio tradicional que los visitantes disfrutan cuando vienen a Huesca", comenta Villacampa. En la bodega es posible además celebrar cualquier tipo de acontecimiento acompañado de un menú a base de productos de la tierra. Y atención a los montajes de sus escaparates, obras de arte en movimiento en la mayoría de las ocasiones, que cambian con cada época del año o celebración. La centenaria tienda ha sido reseñada por diarios como El País, Le Monde o The New York Times.

Menús para disfrutar

Y una vez llena la cesta de la compra, toca disfrutar de un buen aperitivo antes de la comida. El café–bar Oscense, en las populares 'Cuatro Esquinas'’, ofrece todo tipo de tapas "y sobre todo, algo muy importante, un buen servicio", destaca su propietario, Carlos Pano. En su opinión, la gastronomía oscense es un atractivo turístico más, junto con los monumentos o los enclaves naturales de la provincia. "Lo importante es seguir luchando, algo que no es solamente bueno para lograr la capitalidad gastronómica, sino para cada establecimiento en sí", añade.


También en el centro de Huesca, en la popular 'milla de oro', se encuentra el bar–restaurante Tomate Jamón. "Nuestra especialidad es precisamente esa, el buen jamón de Teruel e ibérico, además de unas tapas muy variadas que renovamos a diario", afirma su responsable, Conchi Gil. La capitalidad gastronómica serviría, asegura, para atraer a un mayor número de turistas a Huesca. "Aunque ya hay gente que viene porque sabe que aquí hay muy buenos cocineros y que se come muy bien", señala. Junto a la plaza de toros se encuentra La Cocotte, la aventura en solitario del restaurador José Luis García, en activo desde 1971 y quien ha compartido fogones con referentes como Fernando Abadía o Mariano Navas. Entre sus especialidades se encuentra el ternasco de Aragón y el pato, en ‘foie’ o ‘magret’. García viene además con propuestas que ha presentado al Ayuntamiento, como la celebración "de un certamen de jóvenes cocineros junto a 'chefs' veteranos" o la apertura de nuevas vías de intercambio con Francia.


También de reciente apertura, el restaurante Fontao, en el numero 3 de la calle de Saturnino López Novoa, ofrece una amplia carta con especialidades gallegas, como mariscos y pulpo, recetas a base de trufa, ‘risottos’, carnes y pescados. "Ser capital gastronómica, además de un reconocimiento, sacaría a mucha más gente a la calle", valora Belén Castro, en representación de este negocio familiar que tiene sus raíces en Graus. "Por eso tampoco nos falta la longaniza trufada", añade.


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