La Ciclería es un curioso espacio que nació como taller de bicicletas hace más de diez años, y que desde hace siete se ha hecho un hueco en el barrio de la Magdalena. La cultura ciclista está muy presente: en la decoración de la tienda y en la zona de autorreparación, donde se asesora y se enseña a los usuarios del servicio. Además, periódicamente se programan numerosas actividades relacionadas con el mundo de las dos ruedas.

De forma paralela, el proyecto ha crecido como propuesta hostelera. El formato se asemeja al de una cafetería; eso sí, con un aire singular y nada tradicional. El café es uno de los grandes protagonistas: de calidad, casi siempre ecológico y de comercio justo; de cooperativas o pequeños productores; originario de Tanzania, Burundi, Colombia, Nicaragua… Va cambiando, pero siempre cuidando el producto final.

La repostería de desayunos y meriendas es casera. Los bizcochos que casi nunca faltan son los de naranja y chocolate, y de cacao y nueces. Los dos veganos y este último elaborado con leche de soja.

Casi todos los productos que se utilizan en este local son ecológicos y de cercanía. Es el caso de la harina integral de trigo Aragón 03 recuperado por Ecomonegros. Con ella se elaboran los hojaldres de la parte salada de la carta: triángulos vegetarianos de queso, tomate, olivada y orégano; empanadas de verduras de temporada asadas, y las napolitanas de lacón y mezcla de quesos. Estas tres elaboraciones casi nunca faltan.

También hay una pequeña carta de tostadas. Las más interesantes: de paté vegetal, sobrasada ibérica con queso emmental fundido, mezcla de quesos con un toque de ajo y anchoas con pimientos del piquillo y piparras.

Aunque el horario es de cafetería y no cierra muy tarde, con el paso del tiempo y al calor del ambientado Juepincho (aunque no participa en esta iniciativa), de jueves a sábado se ofrece una propuesta de picoteo algo más contundente.

El burrito rodríguez con yogur

Entre otras alternativas, se pueden degustar el burrito Rodríguez de verduras ecológicas asadas; las ruedecillas (tortillas de trigo con queso fundido y tres salsas); la patata loca (asada y acompañada de ensaladas, de encurtidos y de setas) o la ensalada del día. Los precios, además, son muy ajustados. Por ejemplo, el burrito con patata asada o ensalada cuesta 6 euros.

A todo esto hay que añadir una interesante carta de infusiones y otros detalles bastante curiosos, como que no se vende agua. Se sirve directamente de un botijo.

La Ciclería

Calle de Gavín, 6. Zaragoza. Teléfono: 876 167 356. Horario: lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 y de 17.00 a 22.00. Sábado, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 22.00, y domingo, de 10.00 a 14.00. Descanso: cierra los domingos por la noche.Ir al suplemento de gastronomía