La Trastienda: un local lleno de recetas de siempre

Esta gastrotaberna se suma a la animada zona de ambiente de la calle de José María Lacarra.

Jorge Laborda, con alguna de las propuestas de La Trastienda.
Jorge Laborda, con alguna de las propuestas de La Trastienda.
Toni Galán

La Trastienda es el nuevo proyecto hostelero que se ha sumado al competitivo entorno de la calle de José María Lacarra, donde se desenvuelven establecimientos como Bula Tapas, Atípico o Gori. En esta interesante zona de picoteo, Jorge Laborda, con bastante experiencia en sala, se ha animado a abrir esta gastrotaberna.

Hace dos años tomó una decisión drástica: llenar su mochila de vivencias y pasarse 13 meses viajando por el mundo. Regresó el pasado mes de marzo. Por supuesto, cambiado, pero con la sensación de que a su alrededor todo seguía igual, así que se planteó esta disyuntiva: volver a irse o encontrar la motivación suficiente para reengancharse al ritmo zaragozano.

En la reflexión que hizo sobre cómo se come en el mundo encontró la respuesta: como en España y en Aragón, en particular, en ningún sitio. Y esa fue su apuesta: trasladar a un negocio propio la morriña de los guisos de sus dos abuelas. Encontró una cocinera que supo traducir el mensaje (incluso practicó algunas recetas con ellas) y así fue como hace dos meses La Trastienda abrió sus puertas.

El nombre evoca lo que hay detrás de... Es decir, la despensa, la cocina y las personas que de una u otra forma han hecho realidad el proyecto. El local es luminoso y acogedor. Jorge Laborda asegura que sus conocidos le dicen que es "como su casa, pero hecha bar".

La superficie está muy bien aprovechada, con el espacio de taberna con mesas altas a la entrada; una repisa en la zona más estrecha para un picoteo rápido y, al fondo, el comedor para una estancia relajada.

Tapas, raciones y unas cuantas sugerencias. Esto es lo que ofrece de momento. A buen seguro que el recetario crecerá, pero por ahora no hay más allá de 15 referencias, aunque la cocina se adapta, por ejemplo, a ofrecer distintas versiones de huevos rotos. Los oficiales, de la casa, se presentan sobre un fondo marinero, como si fuera el sofrito de una paella, con calamares, mejillones y gambas. Pero si alguien los pide con jamón, foie o trigueros, no hay problema.

Propuestas curiosas

En el tiempo que lleva abierta La Trastienda, el gratinado de pencas de acelga rellenas de boletus y gambas es la tapa más demandada. En este formato también se pueden degustar un canelón de longaniza, pimiento del piquillo relleno de bacalao o brocheta de langostinos. Una presentación curiosa es el volcán de morcilla, que se cocina con cebolla y pimiento y se pone en un vaso de molde. Al darle la vuelta se coloca una yema de huevo en su interior y con esta curiosa forma sale a la mesa.

También se ha apostado por sacar partido a pescados sabrosos, pero no muy habituales en las cartas de los restaurantes, como la caballa. Sustituye a la tradicional ventresca de atún y se presenta sobre cebolla morada con vinagreta de olivada. La vistosa ensalada a la mostaza de la casa tiene como ingrediente principal el pollo escabechado.

Las referencias del recetario más tradicional hay que buscarlas en el ternasco de Aragón guisado a la pastora, los chipirones encebollados, el bacalao ajoarriero o las albóndigas en salsa, que se venden por unidad (1,80 euros).

Además de la carta de picoteo, de lunes a viernes se ofrece un plato del día, con postre y bebida (9 euros) con recetas tan sugerentes como judías blancas con conejo, o la opción del cocido, que en breve encontrará acomodo un día a la semana.

La Trastienda

Calle de José María Lacarra, 18. Zaragoza. Teléfono: 976 055 459. Horario: de 9.00 a 17.00 y de 19.00 a cierre. Domingo, de 11.30 a 17.00. Descanso: domingo noche y lunes, cerrado.Ir al suplemento de gastronomía

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