Designio: a la mesa sin prisas en el Tubo

Este restaurante cuida el trabajo en la sala preparando algunos platos a la vista del cliente.

Rocío Sánchez, Tom Kunz (sentados) y Álex Salinas (derecha), propietarios, y Óscar Royo.
Rocío Sánchez, Tom Kunz (sentados) y Álex Salinas (derecha), propietarios, y Óscar Royo.
Aránzazu Navarro

El menú semanal del restaurante Designio (18 euros) es algo así como un banderín de enganche para acercarse a su carta, para conocer en detalle su planteamiento gastronómico en la zona del Tubo, donde se estila más el picoteo rápido que la idea de sentarse a la mesa para una comida o una cena sin prisas.

El menú se inicia con un aperitivo como el crujiente de langostino con salsa agridulce. Cuando es temporada se setas, no faltan en los primeros platos. Es el caso de la receta de explosión de lechugas, setas silvestres y daditos de tomate rosa. También suele haber un arroz o una pasta como la fideuá del Puerto de Santa María con alioli negro, y algún plato de cuchara (garbanzos de la abuela con chipirones y crujiente de jamón).

El jefe de cocina, Boris Scarpa, siempre está buscando referencias, ya sean geográficas, acudiendo al origen del recetario que se propone elaborar; tradicionales, en el caso de los guisos, o de productos de temporada.

Esto es algo que también sucede con la carne y el pescado. El entrecot, por ejemplo, es del Valle de Broto; el secreto ibérico se presenta con compota de manzana al Pedro Ximénez y, la merluza, al estilo sidrería. También es habitual en este menú la presencia de paletilla de ternasco de Aragón confitada con nido de patatas y cebolla de Fuentes.

Desde la cocina de Designio se mira mucho a Aragón y a la gastronomía española, pero en las salsas y en las guarniciones se abre el abanico con licencias como la presencia del chimichurri en algunas carnes o del boniato y el crujiente de plátano en acompañamientos.

En cuanto a los postres, también aparecen en el menú varios de los que están en carta, como el lingote de tres chocolates o la ‘cheescake’ casera con frutos del bosque. El vino con el que se sirve es el Corona de Aragón Garnacha joven de la Denominación de Origen Cariñena.

La carta de pescados casi es más amplia que la de carnes, algo nada habitual. La merluza de pincho, el rodaballo y la lubina salvajes no suelen faltar, elaborados sin apenas alterar la materia prima. Además, en Designio hay inquietud por mimar el trabajo en la sala, por lo que estos últimos se desespinan delante del cliente.

No es este el único detalle a la vista del comensal. El ‘steak tartar’ de ternera también se prepara en presencia del cliente, que va probando para acertar en el picante. Además, hay guiños a otras culturas gastronómicas en el caso de productos como la entraña de res argentina o el pollo cajún con puré de boniato y ensalada.

Una receta que llama la atención es el tartar de calabacín con vinagreta de zanahoria, aguacate y queso manchego. Esta hortaliza se presenta a la mesa macerada con eneldo, curry y vinagre de arroz, que aportan una gran frescura al plato.

El toque agridulce del ceviche de langostino y bloody mary, y los chipirones rellenos de pisto, langostinos y tomate cassé son otras recetas de esta carta cargada de argumentos de interés.

Además del espacio del comedor, muy acogedor, en la barra tiene gran protagonismo el picoteo de temporada con productos como las alcachofas o las setas. Y también las tapas. En el último concurso de Zaragoza, Designio ganó en la categoría de mejor tapa aragonesa con un crujiente de ternasco rebozado en kikos, así que nunca falta entre sus propuestas.

Designio

Plaza de Sas, 6. Zaragoza. Teléfono: 876 244 865. Horario: miércoles a lunes, de 12.00 a cierre. Descanso: los martes, cerrado.Ir al suplemento de gastronomía

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