Anota los alimentos que nunca debes recalentar

El pollo, las espinacas o el arroz son algunos de los productos que debes evitar volver a calentar.

Es recomendable consumir el arroz recién hecho por su textura y porque pueden desarrollarse bacterias.
Es recomendable consumir el arroz recién hecho por su textura y porque pueden desarrollarse bacterias.
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Cada día son más las personas que optan por llevarse 'tuppers' al trabajo como alternativa a los platos precocinados o a gastarse dinero en un menú diario. Un acto por el que se ven obligados cada noche a preparar la comida para el día siguiente. Si tú también eres uno de estos ‘afortunados’, seguro que ya sabes de memoria la lista con los alimentos esenciales que tienes que tener en tu nevera si tienes poco tiempo para cocinar, y ya tendrás unas recetas salvavidas que te sacarán de más de un apuro. Pero, pese a que la práctica hace al maestro, lo cierto es que la cocina es un universo fascinante del que aún queda mucho por descubrir. De esta manera, siguen existiendo muchos mitos sobre los productos que se consumen a diario y se siguen cometiendo errores garrafales que matan el sabor de los alimentos. Por eso, si no quieres llevarte una sorpresa la próxima vez que calientes tu comida,apunta los alimentos que debes intentar evitar.

Pollo

Lo primero que se nota cuando se consume una pieza de pollo preparada el día anterior es la pérdida de sabor y el cambio de textura, que es menos jugosa. Sin embargo, recalentar este alimento tiene otros efectos. Para que su consumo sea seguro, debe estar completamente cocinado, evitando el riesgo de que prospere la salmonela. En el caso de alguna parte esté un poco cruda, al calentarla en el microondas no tiene por qué hacerse, ya que este electrodoméstico no funciona de manera homogénea.

Espinaca

Aunque la manera más saludable de comer este alimento es crudo, como ingrediente principal de una ensalada o en otros platos, ya que tiene una gran concentración de nitrato, existen numerosas recetas para cocinarlo que conservan un sabor increíble y tienen muy pocas calorías. Sin embargo, una vez se cocina este producto lo más conveniente es consumirlo en el momento, ya que si se recalienta este nutriente esencial se transforma en nitrito, un compuesto poco recomendable para la salud.

Huevo

Los huevos son unos productos muy delicados que hay que consumir con precaución, ya que si se someten a cambios bruscos de temperatura pueden provocar salmonelosis. Por eso, no se deben comer crudos en épocas de calor, evitando así salsas como la mayonesa casera, y tampoco se recomienda que se recalienten. Al volver a dar calor a estos alimentos pueden resultar tóxicos, además, pierden sabor y aroma.

Arroz

Por su textura, el arroz es un alimento que siempre se debe comer recién preparado, para evitar que se pase. Pero esta no es la única razón por la que consumirlo lo antes posible. Este producto puede contener esporas de bacterias que se multiplican a temperatura ambiente y que pueden provocar vómitos o diarrea.

Patatas

La patata es un alimento salvavidas con el que puedes preparar multitud de platos, entre los que destaca la famosa tortilla, uno de los platos más solicitados en los bares españoles. Sin embargo, hay que tener cuidado en la manera de consérvalo una vez cocinado. Si pasan mucho tiempo fuera del frigorífico puede desarrollar 'Clostridium botulinum', la bacteria que genera el botulismo. Aunque es sencillo detectar si este alimento se encuentra en mal estado, ya que genera esporas señal de que está mal conservado.

La carne congelada

En el caso de la carne congelada, las precauciones deben ser máximas, ya que si no se guarda en las condiciones adecuadas, justo después de estar cocinada, las bacterias comienzan a proliferar y pueden contaminar toda la pieza. Por lo que al prepararla para comer al día siguiente, con su consiguiente recalentado, estas posibilidades pueden ser mayores. Además, algunos estudios llevados han demostrado que después de volver a calentar la carne puede perder vitaminas.

Setas

No es recomendable recalentar las setas una vez preparadas, ya que hay un alto riesgo de que se deterioren. Al someterlas a cambios de temperaturas se destruyen fácilmente los microorganismos que las componen.

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