Cinco trucos para comer más barato en un restaurante

Comer o cenar fuera de casa es un capricho que todo el mundo debería permitirse alguna vez.

Al comer fuera de casa solemos excedernos en las cantidades y en la ingesta de calorías.
Preguntar por el menú del día puede ahorrarnos unos euros en la cuenta final.
Unsplash

Cuando salimos a comer o cenar a un restaurante siempre hay alimentos o productos por las que pagamos de más. Además del precio de la materia prima, el proceso de elaboración también supone coste, por lo que es normal que, por ejemplo, una ensalada que puedes preparar en casa por unos cinco euros (comprando tú los ingredientes) cueste el doble en un restaurante.

Eso no quita que de vez en cuando haya que salir a disfrutar de un buen rato entre amigos, en familia o en pareja. Aunque cada vez hay más ofertas y descuentos, existen algunos trucos para que la próxima experiencia gastronómica no se nos vaya de presupuesto.

Pregunta por el menú. Lo típico... llegas al restaurante, te acomodas y el camarero trae la carta con los platos mucho más suculentos de lo que habías imaginado. Quieres pedirlo todo pero los números te fallan. ¿Sabes que es probable que haya un menú del día en el que se incluyen las mismas propuestas por un precio más asequible? Por preguntar que no quede. Aperitivo ¿de cortesía?. En muchos restaurantes ofrecen un aperitivo antes de empezar la comida o un postre con los que suele crecer la cuenta final. Antes de probarlo, se puede preguntar si tiene un gasto extra y decidir si se quiere o no.   ¿Copa o botella?. En proporción, pedir una botella de vino suele salir más rentable que hacerlo por copas, pues de manera individual el precio siempre es más elevado. No obstante, si no todos los comensales van a beber vino o no sueles tomar grandes cantidades, antes de pagar de más o dejar la botella a medias, conviene hacer la cuenta para saber que opción es más barata. Ni agua ni pan. Si no todos los comensales van a comer pan hay que avisarlo, pues en muchas ocasiones se cobra por comensal, y no pedir para todos siempre rebaja un poco la cuenta. Para ahorrar algunos euros más, y teniendo en cuenta que el agua de grifo es tan buena para la salud como la embotellada, se puede especificar que nos saquen agua del grifo en vez de mineral. ¡Un tupper para llevar, por favor! Si finalmente la cena se nos ha ido de presupuesto, hay que aprovechar hasta el último bocado. Si el estómago no das más de sí, se puede pedir que te pongan lo que ha sobrado para llevar, y amortizar así lo pagado. Aunque puede dar algo de reparo, en Estados Unidos ya es una costumbre muy extendida.- Ir al suplemento de gastronomía

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión