Del valle de La Fueva a las barras del Casco Histórico

Ambos son jóvenes emprendedores. Unos de Zaragoza, y otros del Sobrarbe. Y desde este viernes les une hacer lo que mejor saben: producir y comercializar en el Casco Histórico una nueva cerveza artesana elaborada en exclusiva por seis jóvenes del Pirineo.

"Queremos tener una imagen propia y que la gente al final nos reconozca por todo lo que hacemos. Nos hemos diferenciado ya en cócteles, y ahora queremos ser también los primeros que tengan en Zaragoza su propia cerveza y salirnos un poco de lo habitual para no cansar al consumidor", explica Carlos Méndez, uno de los tres socios de Umalas Bar que este viernes, a las 20.00, presentarán en exclusiva su nueva cerveza elaborada por encargo en el valle de La Fueva.

Detrás de su elaboración se esconden seis jóvenes amigos del Pirineo que desde que empezaron su andadura en una pequeña aldea de La Cabezonada -hace ya cuatro años- han cosechado numerosos premios. En 2017 se llevaron el bronce en la categoría de cervezas artesanas en la Barcelona Beer Challenge, y este año han sido reconocidos por Cepyme entre los mejores emprendedores del Sobrarbe.

"Quisimos colaborar con ellos porque nos gusta la filosofía que lleva Cerveza Rondadora en cuanto al respeto y el cuidado del medio ambiente. Hacer esta cerveza -con pimienta rosa y jenjibre- ha sido un reto que aceptaron con gusto, y aunque al principio nos dijeron que no sabían si saldría, lo cierto es que ha quedado una cerveza muy rica", apostilla Méndez.

En el caso de Umalas Bar es la segunda cerveza artesana que lanzan en exclusiva al mercado y se comercializarán un total de 2.500 botellines hasta agotar existencias en los diferentes bares del Casco Histórico que regenta el grupo (Chilimango, Negroni, Umalas y Coconut).

La presentación de la cerveza se realizará este viernes, a las 20.00, en el bar Chilimango, donde se hará entrega de los premios al concurso de diseño organizado por ambos para la etiqueta de la botella de cerveza.

Por su parte, Miguel Puyalto, uno de los socios de Cerveza Rondadora, califica este salto en exclusiva a las barras de la capital aragonesa como la "oportunidad de poder salir del valle y hacer cerveza" para un sitio en el que va a ser "un orgullo" estar a partir de ahora. "Pensamos que nuestra cerveza se podría vender más allá del Pirineo o del Sobrarbe, y ellos nos han dado la oportunidad de que pruebe y disfrute la cerveza artesana el público de Zaragoza", concluye entusiasmado.