Casa Coronel: conocer el Pirineo a través del paladar

En este restaurante con encanto del casco antiguo de Boltaña, el 70% de los platos tienen productos de proximidad.

En el restaurante Casa Coronel de Boltaña (Huesca), el 'mesonier' Alfonso Giménez, que durante siete años fue jefe de cocina del Hotel Barceló Monasterio y trabajó también en el Restaurante Ara, ha hecho realidad su sueño de montar su propio negocio y dar en él rienda suelta a su creatividad. "He sido jefe de cocina para muchos señores y aunque he estado muy a gusto siempre, tenía ya ganas de coger algo más pequeñito para mí y disfrutar", cuenta con una sonrisa.

El pasado 3 de marzo, Alfonso y su pareja, María Rus, cumplieron un año al frente de un proyecto en el que ponen a diario todo su empeño. "Ahora vivimos en el mismo pueblo y nos gusta la paz de Boltaña, el acogimiento que nos ha dado la gente y esa despoblación que no termina. Este es un valle precioso y muy sostenible que te permite vivir todo el año, y lo hemos comprobado este", añade.

El sabor de la montaña

En su carta, el 70% de los platos tienen productos de proximidad que permiten al comensal conocer el Pirineo a través de una amplia gama de sabores, desde los raviolis de gallina del Sobrarbe a la sopa de fresas con nata, pasando por el chuletón de ternera de Broto, los guisos de ciervo o jabalí, el tataki de trucha del Cinca con crema de queso Radiquero, los canelones de setas con bechamel trufada o la torrija con chocolates de Benabarre, que se prepara con pan de pueblo (de Tierrantona).

"Es un postre muy curioso que se hace al momento, y se sirve calentito con un toque de helado para crear contraste", destaca Giménez, quien se siente "muy feliz" de poder disfrutar de tanta libertad en la cocina. "En el Monasterio he llevado a mi cargo a 15 personas, y aquí estamos entre dos y cuatro; puedo decidir lo que pongo y lo que no, y últimamente he hecho platos muy buenos", relata orgulloso.

Entre otras creaciones, recomienda probar el ravioli de gallina del Sobrarbe con su alpiste (unas almendras de la zona, cebolla deshidratada y pasas), salsa de setas y reducción de Pedro Ximénez o el latón del valle de La Fueva, "el cerdo autóctono feliz" que cocina a baja temperatura con una patata trufada y huevas de trucha.

El menú de este establecimiento, que cuesta 18 euros (bebida no incluida, y con opción de pedir medio menú) permite elegir entre cuatro primeros, cuatro segundos y cuatro postres que van variando, e incluye siempre un aperitivo para los comensales. Por su parte, la carta de vinos destaca también por una marcada presencia de bodegas aragonesas, como Enate o Viñas del Vero, pero con un pequeño guiño a empresas familiares de la zona. "Actualmente estamos con el proyecto Vigneron, del que forman parte siete bodegas con la tripe A (de bodeguero artesano, agricultor y artista). La carta nuestra se basa mucho en los 'vignerons', como Vispius; en bodeguitas pequeñas que a lo mejor no están en la D. O. Somontano pero que hacen vinos muy curiosos y distintos a todos los demás", explica Giménez.

En Boltaña y sus alrededores, la acogida que ha tenido el proyecto no ha podido ser mejor. De hecho, la colaboración con otros restaurantes y casas rurales definen también la labor de Casa Coronel; y los agradecimientos les llueven a raudales en portales de referencia y redes sociales. "Este ha sido un año fantástico. Hemos trabajado lo que pensábamos y más; la gente del pueblo está encantada con nosotros y las casas de turismo rural tienen por fin un desahogo, porque nos recomiendan y nos mandan un montón de gente. De normal no damos desayunos ni me gano la vida con eso, pero si les viene un grupo grande les hago el favor para que no pierdan esa venta", confiesa satisfecho este cocinero de Barbastro.

Después de trabajar en varios restaurantes con estrella Michelin, en Zaragoza, Barcelona y el País Vasco, y tras descubrir con su experiencia en el Hotel Monasterio de Boltaña el potencial que había en la zona, Giménez confiesa que la "paz" que ha encontrado en este municipio del Sobrarbe no la cambia por nada. "Nos gusta que se note la estacionalidad, esa despoblación que no se despuebla y que te permite vivir de una forma sostenible todo el año. Ahora la ciudad ya no la quiero ni ver, y esto es una locura en verano, pero te hace falta esa paz de la estacionalidad", recalca ilusionado.

Casa Coronel

Dirección: Eras de Coronel, s/n. Boltaña (Huesca).

Teléfono: 974 502 097.

Horario: comidas de lunes a domingo, y cenas viernes y sábados. Descanso: miércoles, cerrado.

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