El Principado de Andorra es conocido, sobre todo, por sus pintorescos paisajes, por sus atractivas estaciones de esquí y por el turismo de compras y de balnearios. Pero resulta que allí también se elaboran algunos vinos en condiciones muy difíciles, debido a la altitud y a los terrenos escarpados de este minúsculo territorio.

Uno de esos que elabora en muy pequeñas cantidades la bodega Borda Sabaté, en el término municipal de Sant Julià de Lòria, lo probé hace unas fechas, después de abrir unas muestras que me dejaron algunos bodegueros andorranos que estuvieron por Zaragoza para presentar el 5º Encuentro Internacional de Microproductores de Vino en Andorra, que tuvo lugar precisamente en esa misma localidad, donde se concentran la mayor parte de estos aguerridos bodegueros.

Sale con la etiqueta de Torb y es un vino que merece calificación de sobresaliente. Se nota que está hecho con esmero y con cariño. No en vano, la enología de esa pequeña empresa está asesorada por un técnico de mucho prestigio internacional como es el francés Alain Graillot, brillante viticultor del Ródano.

Torb está elaborado con un ‘coupage’ de uvas de las variedades cornalin –originaria de Suiza–, syrah y merlot. Dado que las microparcelas se sitúan entre los 1.100 y los 1.300 metros de altitud, el ciclo vital de las uvas es harto complicado, por lo que la viticultura es manual y ecológica.

Al descorchar la botella, este peculiar tinto no destaca precisamente por su intensidad aromática, que se queda en un término medio. Pero conforme el vino se airea en la copa y se abre al mundo, va dejando constancia de la filosofía y del alma con la que lo han traído a la vida sus elaboradores.

Despliega un abanico de sensuales referencias aromáticas, entre las que destacan frutos rojos y negros con madurez media pero muy apetitosos, como cerezas y ciruelas. También se aprecian toques de regaliz de palo y flores de violeta. Los suaves tostados que aportan la madera en que ha sido criado terminan de perfilar un cuerpo sedoso de intensidad media pero de larga persistencia. Es un tinto, en suma, de los que se beben para disfrutar y que no necesitan ninguna compañía en forma de alimentos. Su precio de venta al público está en torno a los 45 euros.

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