El Munich, otro histórico bar de Zaragoza que echa el cierre

La mítica cervecería de la plaza de San Francisco ha bajado la persiana, despertando en muchos vecinos y profesores de la zona la sorpresa y la "nostalgia" por una etapa pasada.

La cervecería Munich, cerrada, en la plaza de San Francisco.
La cervecería Munich, cerrada, en la plaza de San Francisco.
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El entorno de la ciudad universitaria vuelve a quedarse 'huérfano' de una etapa tras perder a uno de sus grandes: la cervecería Munich de la plaza de San Francisco de Zaragoza. De su fachada cuelga desde principios de año un cartel amarillo, como el que tan solo hace unos meses anunciaba el inminente cierre de otro mítico bar de la zona: el Café Benidorm.

Atrás quedan tardes de tertulias, cervezas y risas entre amigos, estudiantes de ayer y profesores de hoy que encontraban en estos bares un momento de descanso en su rutina diaria de estudio. A algunos, como a María Antonia Martín Zorraquino, catedrática de Lengua Española en la Universidad de Zaragoza, la noticia le ha pillado totalmente por sorpresa. "¿Ha cerrado el Munich?", exclama boquiabierta. "Vine con una amiga la otra noche, pero al final no llegamos a entrar, quizás por eso... El Munich ha sido para nosotras una cafetería de referencia. Estudié en Zaragoza en 1960 y siempre pasábamos en él muchos ratos. Con amigas he venido después alguna vez a comer", confiesa.

Hoy, al verlo cerrado, esta docente no puede evitar hablar con nostalgia de una época pasada de la que casi todo el mundo guarda un buen recuerdo. "Yo siempre recordaré el Munich de nuestros años, cuando veníamos como estudiantes y luego ya como profesores, y desde el punto de vista personal, echaré de menos las terrazas del verano y el restaurante. Éramos unas generaciones que nos sentábamos alrededor de la mesa y discutíamos sobre diferentes cuestiones", añade. También Francisco Barberán, profesor de lengua japonesa del Centro de Lenguas Modernas, recuerda al mítico bar como un clásico del ambiente universitario de los 70. "En aquella época se pusieron muy de moda los bares tipo Hamburgo's, con cerveza, salchichas, hamburguesas, y ese tipo de cosas. Los clásicos eran la Cervecería Universitaria y el Munich", recuerda.

El Munich, otro histórico que echa el cierre en la plaza de San Francisco

La cervecería-restaurante Munich, cerrado en la plaza de San Francisco.

La razón del cierre de esta mítica cervecería no se sabe todavía a ciencia cierta. En la hamburguesería Nevada, establecimiento contiguo a este que hace esquina en la plaza, se aventuran a decir que es por jubilación. "Lleva días ya cerrado, desde finales de año", apunta desde la barra la cocinera de esta bocatería. Otros aseguran haber oído que "lo cogió una empresa turca para hacer doner-kebab", pero no dejan de ser rumores y habladurías.

Begoña Gregorio, vecina de la zona, explica desde la terraza de un bar de la plaza que vio colgado el cartel de 'se alquila' hará un mes. "Era un bar emblemático de Zaragoza, de toda la vida, familiar, acogedor... Para las Fiestas del Pilar pasaban los joteros y les dedicaban canciones al Munich. Llevaba muchísimos años y era de clientela de toda la vida", relata esta zaragozana mientras lee el periódico sentada en una terraza.

En su caso, confiesa que lo que más va a echar en falta de esta cafetería es "la amabilidad de los que lo llevaban, que era gente afable" que llevaba años al frente del negocio, y cuyo producto era también "de calidad". "En conjunto era un bar especial", resume esta vecina.

Por su parte, el oftalmólogo Enrique Mínguez, quien también fue cliente del bar en otros tiempos, se muestra sorprendido por el inesperado cierre. "Es la primera noticia que tengo y lo lamento mucho, porque de estos sitios en Zaragoza cada vez van quedando menos y en su momento era un lugar emblemático, de encuentro de todos los universitarios", cuenta.

Video:El Munich otro histrico que echa el cierre en la plaza de San Francisco

El ambiente de aquellos años, cuando estudiaba Medicina en la Universidad de Zaragoza, asegura que nada tiene que ver con el de ahora. "Esto hay que recordarlo porque la gente se cree que móviles e internet ha habido siempre, y en aquellos tiempos obviamente no había. Entonces si quedabas con alguien y tenías que cambiar la hora de la cita resultaba realmente problemático. Era otra historia... pero vamos, el Munich era un lugar evidentemente muy muy ambientado, al cual acudíamos muchísimos estudiantes de la época", comenta al recordar aquellos años. Ahora confiesa entre risas que hace tiempo que no va, y que probablemente por ello no eche en falta nada, pero se muestra convencido de que los actuales estudiantes "sí que lo van a echar de menos". 

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