Más allá de la tortilla de patatas

La tortilla de patata ha puesto en el mapa a este bar zaragozano de corte tradicional.

Kelly Coscolín, con una tortilla recién salida de la sartén.
Kelly Coscolín, con una tortilla recién salida de la sartén.
V. Castellano

La tortilla de patatas del bar Coscolo no necesita promoción. Tras recibir el reconocimiento de mejor tortilla de Zaragoza, el boca/oído ha hecho que su demanda se desborde. A Kelly Coscolín no le dan más de sí las horas del día para prepararlas. Enseguida desaparecen de la barra sin dar tiempo a que se enfríen.

Pero Coscolo es mucho más que un bar donde se elabora una buena tortilla, jugosa y un poco babosa. No tiene mucho más secretos. Si acaso, la patata y la cebolla pochadas sin prisas, y el cariño al cocinarla que a Kelly le transmitió su madre y a su madre, su abuela. Afortunadamente, el legado generacional se ha preservado.

El buen tratamiento que se le da a las patatas también se refleja en las 'chips' –parecidas a las de bolsa–, laminadas muy finas, que se fríen y salen a la barra sin parar. O a las bravas, que aparentemente no deberían tener secretos más allá de un producto natural trabajado al momento. En este caso, así sucede.

El resto del picoteo es muy tradicional. Una de las tapas estrella es el denominado Coscolo (pan con tomate, solomillo ibérico y queso brie). No falta en la barra una versión propia del guardia civil, anchoas y algún que otro montadito como el que combina solomillo, bacón, ajo y perejil. Los fritos se preparan al momento y el bacalao y las gambas que se elaboran en tempura están muy logrados.

La carta de raciones responde a este mismo perfil clásico. Hay poco espacio para la innovación. El acento se pone, sobre todo, en el producto, en un recetario no muy amplio pero tratado con cariño. Es lo que sucede con la ensaladilla rusa, que, como la tortilla, tiene bastante predicamento; con la receta tradicional de albóndigas en salsa de almendras o con los chipirones, que se ofrecen en tres elaboraciones distintas: en su tinta, en tempura y a la plancha con gambas.

De lunes a viernes, a mediodía, se puede degustar un menú casero (11 euros) con tres opciones de primeros y segundos platos. En este tiempo nunca falta un plato de cuchara protagonizado por todo tipo de legumbres o patatas a la riojana, apelando al origen de la familia que regenta el bar.

El local es más bien pequeño. Apenas caben media docena de mesas para acoger a la clientela, así que no resulta fácil hacerse hueco en ellas. En prácticamente todas, da igual la hora que sea, no suele faltar la tortilla.

Coscolo

Calle Madre Vedruna, 7. Zaragoza. Teléfono: 976 094 728 Horario: de lunes a viernes, de 9.30 a 16.30 y de 19.30 a cierre. Sábados, de 12.30 a 16.00 y de 20.00 a cierre. Domingos, de 12.00 a 15.00. Descanso: cierra el domingo por la noche.- Ver otros restaurantes recomendados

-Ir al suplemento de gastronomía

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión