Sabores del Mediterráneo en el restaurante El Foro de Zaragoza

El chef de El Foro vuelve a dar muestras de su creatividad en el menú especial de marzo.

Una ensalada croata con pulpo.
Una ensalada croata con pulpo.
Eduardo Bueso

El restaurante zaragozano El Foro ha programado para este mes de marzo unas jornadas gastronómicas árabes-mediterráneas con las que quiere acercar platos, productos y especias de distintas culturas del litoral mediterráneo a sus clientes.


El chef del establecimiento, Pedro Martín, advierte que, como siempre, las creaciones que se incluyen en el menú degustación están adaptadas a los gustos hispanos. Este menú se puede degustar a mesa completa por dos o más comensales todas las noches de los jueves, viernes y sábados del mes de marzo, aunque también se puede encargar con antelación para disfrutarlo cualquier día de la semana.


Los comensales abren boca con un aperitivo consistente en albóndigas fritas de pasta de garbanzos (im falafel) aderezadas con tres salsas: hummus (de origen libanés), salsa de yogur y pepino (según el recetario griego) y salsa de habas, que es muy típica en la cocina de Siria. Estas albóndigas proceden de Israel.


El primer pase del menú propiamente dicho es una ensalada de pulpo con tomate, pepino, pimiento y albahaca que procede de Croacia: salata od hobotnice.


A continuación llega una de las creaciones más conseguidas, en mi humilde opinión: un dolma turco que se elabora con una hoja de parra que se rellena de arroz, cebolla, carne picada, especias y piñones. Esta especie de rollito llega adornado con brotes y hojas de hierbas aromáticas que le aportan color, aroma y sabores distinguidos.


La presencia del pescado en este menú viene de la mano del recetario egipcio, de donde se ha extraído la receta conocida como saniyet samak para elaborar un lomo de merluza al horno con verduras.


Después traen a la mesa el que es seguramente el plato más delicioso: un taguen de pularda africana con marchamo de origen jordano. Se trata de un arroz basmati, genuinamente aromático, importado bajo la marca de Val del Falcó, que conforma un plato exquisito junto a la pularda y el chip de plátano.


Egipto vuelve a hacer acto de presencia en el ágape con la brocheta de keshk de pollo, que lleva, además de ave, harina, yogur, cebolla, ajo, sal y abundantes especias, como cardamomo y pimienta.


Otro plato de carne, en este caso más contundente que el anterior, es el típico tabbouleh marroquí con tajine de cordero, que lleva carne de ovino, ciruelas, almendras, cebollas, canela en rama y en polvo, cúrcuma, aceite, pimienta y sal.


El postre también es excelente: un baklava, pastel típico de Túnez a base de nueces trituradas, miel, pasta filo bañada en almíbar de miel y limón.


Todo este banquete, incluido el vino –Matarile, de Bodegas Carlos Valero, D. O. Somontano–, agua, café e IVA, sale por 25 euros por persona. Un precio imbatible.


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