Bolea agota los 8.000 kilos de cerezas en una jornada de feria multitudinaria

A pesar de que la lluvia limitó la recogida en los días anteriores, este domingo lució el sol y se ofreció una fruta de calidad.

Muchos visitantes acudieron a primera hora para comprar producto recién recogido.
Bolea agota los 8.000 kilos de cerezas a la venta en una jornada de feria multitudinaria
Rafael Gobantes

Bolea vendió los 8.000 kilos de cereza que se pusieron a la venta en la XVI edición de la feria. Tras un sábado lluvioso que limitó la recolección, el sol lució y alentó la llegada de miles de visitantes, en una jornada multitudinaria. Es una auténtica fiesta, con música y puestos de artesanía, en torno a un producto local que este año destaca por su calidad, cantidad y calibre. Con todos estos ingredientes, el resultado fue un éxito.


"La cereza, junto con la colegiata, es la mejor embajadora de Bolea", explicó este domingoel recién investido alcalde de La Sotonera, Pedro Bergua (PAR), que volvió al ayuntamiento tras un paréntesis de cuatro años. Desde que en el año 2006 fuera declarada feria oficial, "ha ido creciendo y su repercusión ha trascendido fuera de nuestros límites territoriales, incluso fuera de nuestra comunidad autónoma", detalló Bergua, quien concretó que llegaban autobuses de Barcelona, de Francia o del País Vasco.


"Se están vendiendo a un ritmo, que en poco rato ya no tendremos nada", comentó este domingo Ismael Tresaco, un pequeño productor de Bolea, antes incluso de la inauguración, que fue a las 11.00. Es la primera vez que participaba en la feria porque fue en 2008 cuando se animó a plantar 180 cerezos, por lo que su producción todavía es muy limitada. Hasta entonces, solo contaba con 20 árboles y regalaba las cerezas a los clientes de su negocio, pero decidió ampliar la plantación para la venta. Con todo, hubiera querido llegar con unas cuantas cajas más, igual que otros productores, pero el tiempo de los días anteriores no les ayudó en la recolección, que acostumbra a ser familiar. No obstante, se mostraba satisfecho porque al público le gustaba el producto.


Bolea cuenta con dos grandes productores, uno de ellos es la Cooperativa, que aglutina a muchos pequeños agricultores y que ayer puso a la venta 3.000 kilos. Además, hay otras empresas más pequeñas, con las que las familias tienen un complemento a su renta, según explicó su alcalde. "Los nuevos productores han realizado plantaciones con otras variedades –se estima que hay unas 30–, por lo que la feria tiene recorrido", indicó Bergua, quien explicó que se hace solo en un día porque la capacidad para la recolección es limitada y no habría suficiente producto para la venta. Una de las familias de nuevos productores es la de Eva Cabrero, que tiene una gran plantación, pero todavía joven. Por ello, es el segundo año que acuden a la feria. "A nosotros nos gusta participar, aunque sea con poca cantidad", señaló, al tiempo que destacó que lo importante es que el tiempo aguantara –solo cayeron unas gotas a las 19.30– y los visitantes disfrutaran de la fiesta.


Para eso acudieron Ramón Luna y Ana Carmen Esteban, que tienen casa en Biscarrués. "Con este día esplendoroso y después de la lluvia que cayó ayer, hemos decidido venir, porque además a nosotros cuando organizamos actividades en Biscarrués nos gusta que vengan de otros pueblos a participar", comentaron. También Teresa Gascón se acercó temprano desde su casa del pantano de La Sotonera. "La feria nos gusta mucho por el ambiente y además esta clase de cereza es muy buena, por lo que aprovechamos a comprar", explicó con varias cajas en las manos.


Por ese poder de atracción que tiene la cereza es por lo que muchos artesanos como Raimundo Abió, de cerámica de Bandaliés, acuden cada año. "La feria de la cereza congrega a mucha gente y el producto se vende bien porque se puede usar (incluso en el microondas) o para decoración, que también resulta llamativo", apuntó Raimundo Abió.

Homenaje a su impulsora

Un día grande fue también para Bibí Sanvicente, concejal hasta el sábado en el Ayuntamiento de La Sotonera y alma máter de esta feria que ha cumplido dieciséis años. Por ello, fue la encargada de inaugurar una cita. "No vivo en Bolea, Bolea vive en mi corazón. Por mis venas, corre sangre de cereza", concluyó en su alocución emocionada. Pero Bibí Sanvicente recordó también los orígenes de esta cita, a partir de la idea de varios productores de la cooperativa de vender la cereza fuera. De este modo, "nuestra cereza ha colocado a Bolea en el mapa", señaló, al tiempo que resaltó la labor de los medios de comunicación que la han dado a conocer, sin olvidar que el principal mérito es que "es una cereza exquisita".


Tampoco olvidó la labor que realizan en este sentido la Asociación de Amas de Casa A Cerecera.


Después, la exalcaldesa Carmen Gutiérrez le entregó un reconocimiento a su labor de parte del Ayuntamiento, ante la presencia de representantes políticos que no quisieron perderse la cita, como el presidente provincial del PP, Antonio Torres, el director general de Planificación y Aseguramiento del departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, Antonio Villacampa, el concejal oscense Gerardo Oliván, el presidente de la Comarca de la Hoya de Huesca, Fernando Lafuente, o el presidente del Comité Intercomarcal del PAR, Joaquín Serrano.


El alcalde de la localidad, Pedro Bergua, estrenó su mandato con la inauguración de esta cita y con la ilusión de "retomar proyectos que quedaron paralizados hace cuatro años", como el impulso al polígono industrial de Plasencia del Monte. Su principal objetivo es generar recursos para un ayuntamiento que aglutina siete localidades –Lierta, Puibolea, Bolea, Aniés, Quinzano, Plasencia y Esquedas– y cuyo gasto corriente supone el 80%, por lo que quiere conseguir más ingresos.


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