En Mostaza dominan el difícil arte de hacer un buen bocadillo

En este local llevan 23 años haciendo bocatas y hamburguesas de calidad, algo no tan sencillo.

Algunas de las especialidades del establecimiento Mostaza, de la calle de Dato
En Mostaza dominan el difícil arte de hacer un buen bocadillo
Almozara

La bocadillería Mostaza es un clásico que no pasa de moda en Zaragoza, cuyo origen e inspiración los encontramos en otro veterano, el Dasbur. Mostaza es un clásico porque 23 años de trayectoria ya dan para esta consideración, pero también porque su carta apenas ha variado. Si acaso, se han incorporado novedades como las hamburguesas a la antigua (solo lleva mostaza de semillas) y la de crema roquefort, o algunas ensaladas con ingredientes dulces, frutos rojos y secos, o pollo, donde se juega con el contraste de temperaturas, texturas y sabores.


La tradición también está asociada al nombre. Estamos hablando de una bocadillería y no de una bocatería, así que olvídense de chapatas y baguettes tan de moda. Hasta ocho variedades de pan se emplean: el más consistente para los bocadillos de ternera o el de molde para los de atún o gambas. Siempre adaptándose al producto principal, aunque el cliente también puede hacer su elección.


El nombre del local está asociado a un ingrediente muy importante en este establecimiento: la mostaza. Se trabajan hasta una decena de sabores, aunque las de Dijon y Antigua son de las más demandadas. En cualquier caso, en el mostrador siempre están visibles tres de producción propia que abarcan las sensaciones suave, dulce y picante en el paladar.


Se trata, sin duda, del principal aderezo para una carta de salchichas suficiente, que no apabulla, embutidas en tripa de cerdo natural y ahumadas con madera de haya. Desde la clásica frankfurt a la cervela, bratwurst o berlinesa a las finas hierbas, para terminar con la holandesa, la más picante, aunque sin resultar agresiva. Todos los paladares pueden encontrar una que se adapte a su gusto. Muy atractiva resulta la posibilidad de acompañarlas con chucrut (col fermentada picada muy fina) que se dispone sobre el pan. La combinación es estupenda y una vez que se prueba difícilmente se olvida.


Aunque estamos en una bocadillería, se puede apostar por un menú más completo y variado, ya que se ofrecen sopas y cremas calientes, sencillas y de elaboración casera. El consomé y las cremas de espárragos, champiñón y calabacín cumplen perfectamente con esa labor de ir preparando el estómago para el bocadillo contundente que está por venir.


La gran variedad de sandwiches y tostadas completa una oferta que donde realmente termina es al llegar a los postres. Aunque en tiempos este apartado era más amplio, las tres tartas de elaboración propia –de queso, de frambuesa y de chocolate– son más que suficientes para dejar un grato recuerdo.


Lo que tampoco ha cambiado en Mostaza es el espacio disponible: una barra generosa y tres mesas normales y cuatro altas, así que en hora punta puede haber una espera que siempre merece la pena.

Mostaza

Calle de Dato, 8. Zaragoza. Teléfono: 976 225 158 Horario: de 18.00 a 02.00. Cerrado los sábados.

Ver otros restaurantes recomendados.