Menuterapia en el Antiguo Bar La Jota: calidad diaria

Buenos productos y cocina muy reconocible en los menús y tapas del establecimiento.

Ignacio Galiay, en la sala del Antiguo Bar La Jota, en el Arrabal zaragozano
Ignacio Galiay, en la sala del Antiguo Bar La Jota, en el Arrabal zaragozano

Hace ya tiempo que el Antiguo Bar La Jota presume de ofrecer a su clientela unas peculiares terapias a base de montaditos, tostadas, cazuelitas y raciones variadas, y de un tratamiento exquisito del vino. Son sus populares fórmulas conocidas como 'picoteoterapia' y 'vinoterapia', en las que, por encima de todo, se adivina la calidad de las materias primas sin demasiados aderezos: queso azul de Radiquero, croquetas de changurro, provolone a la plancha con tomate seco, jamón de pato, piquillos rellenos de perdiz, foie fresco con compota de manzana...


Menos conocidos, tal vez, son los menús que ofrece este establecimiento, pero que responden a esta misma forma de entender la restauración y que se traduce en propuestas con mucha enjundia. El menú de mediodía (15,50 euros) se asemeja bastante a la idea de una carta a precio cerrado con ocho opciones de primeros platos y otras tantas de segundos.


Se agradece que se mantenga el mismo precio el fin de semana, algo que no suele ser habitual. Canelones de confit de pato con salsa de cítricos, alcachofas con foie o pimientos rellenos de bacalao son algunas de las interesantes propuestas para empezar, mientras que el abanico de carnes y pescados es muy amplio y variado: costillas de ternasco, carrillera de ternera, manitas de cerdo, magret de pato, chipirones, lubina al Orio y langostinos a la plancha. Más que suficiente como para tener serias dudas a la hora de elegir.


Menús superiores

En este mismo menú se puede optar por cinco propuestas más (manitas de cordero lechal, codillo de cerdo al estilo alemán, entrecot, emperador y lomo de bacalao) con un suplemento, de forma que el precio sube a 20,60 euros. En fin, que la apuesta por el producto es clara y sin concesiones. Difícilmente encajarán en el Antiguo La Jota unas albóndigas, salchichas o pechuga de pollo o de pavo.


Los dos menús degustación (mínimo dos comensales) elevan todavía un poco más el nivel. El primero (25,50 euros), con cinco centros de mesa para compartir (ensalada de ahumados, fondat de foie, longaniza de Graus rellena de trompetillas, lacón a la gallega y gamba cocida de Huelva) y más de una docena de alternativas de carne y pescado. Por otra parte, el de 27 euros abre prácticamente por completo la carta del establecimiento para que sea el cliente el que elija cuatro opciones, manteniendo el mismo recetario en los segundos.


Por último, los amantes de la carne encontrarán en el menú chuletón (27 euros) una buena alternativa. Los platos refractarios salen a la mesa a la temperatura adecuada para que la chuleta se haga bien y no se cueza. Y si hace falta cambiarlos, no hay problema. Una ensalada de ventresca con piquillos confitados y el membrillo con queso Idiazábal suponen una buena compañía para este menú.


Y como buen establecimiento que es a la hora de tratar el vino, este es un aspecto que también merece la pena ser reseñado. Las copas, la temperatura y el servicio son detalles que cuentan y suman en este restaurante que bien podría añadir a su conocido eslogan de picoteoterapia y vinoterapia el de una buena propuesta de menuterapia.


Antiguo Bar La Jota

Avenida de Cataluña, 40, Zaragoza

Teléfono: 976 473 852

Horario: de 12.00 a 16.00 hrs y de 20.00 a 23.00 hrs.

Domingos y festivos tarde, cerrado.


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