Restaurante

Amaranta, el equilibrio entre precio y cocina

Esta cafetería zaragozana apuesta por un tapeo con pretensiones y mucho trabajo en cocina atrayendo a los clientes con precios muy competitivos.

Julián Chueca, en la barra del Amaranta
Amaranta: buscando el equilibrio entre precio y cocina
ALMOZARA

En esto de la gastronomía no crean que hay grandes secretos; si acaso, una máxima: el tiempo invertido en cocina al final luce y da sus resultados. Pero no cualquier tiempo. Son el trabajo casero y artesanal, la entereza para no sucumbir a la tentación de precocinados y semielaborados, los argumentos que a largo plazo más réditos producen, aunque haya que meter horas en los fogones. 


Esta es la apuesta que la cafetería Amaranta pone en práctica desde hace seis años en Las Fuentes. Algo que, además, se nota en distintos momentos a lo largo de la jornada. A primera hora, la repostería casera (bizcochos, tartas de queso, tartaletas de manzana con crema inglesa…) ofrece la presencia inconfundible del producto recién hecho, pero tal vez es a la hora de trabajar el tapeo donde el propietario, Julián Chueca, y su equipo, están echando el resto.


La barra luce especialmente vistosa el fin de semana, pero a diario la variedad es más que suficiente. Eso sí, lo que no cambia es el reto que Julián se ha propuesto a la hora de ofrecer sus tapas: hacerlo al precio fijo de 1 euro buscando creatividad, presencia, curiosas texturas y, por supuesto, sabor. Evidentemente, a ese precio no encajan el foie o el solomillo, pero la oferta resulta más que interesante.


Por ejemplo, le tienen muy bien cogido el punto a rebozados y tempuras, por lo que el volumen es una de las señas de identidad. Trabajan bastante con quesos, sobre todo el brie y el rulo de cabra, este último acompañado de berenjena y una salsa de frambuesa, o pimiento verde, o un poco de almendrado. Muy llamativa también es la tartaleta que rellenan de gambas y pescado, que coge altura culminando la tapa con una clara de huevo, y desde la sencillez resulta muy colorista la propuesta que a capas incluye pimientos rojos, una cama de patatas, pimientos verdes y gulas.


Junto a este tapeo caliente conviven propuestas más tradicionales como banderillas, montaditos, gambas con mayonesa… y un surtido de croquetas, también caseras, entre las que destaca la de cocido (1,50 euros). En Amaranta, además, se ofrece la posibilidad de combinar tapa y bebida (caña o copa de vino de Viñas del Vero) por 1,95 euros.


Una línea parecida mantiene esta cafetería por la tarde/noche con la presencia de raciones, pizzas caseras de masa muy fina y crujiente como la Amaranta (una base de quesos, tomates cherry, carpaccio de buey, culminada por una salsa especial y parmesano) y curiosos bocadillos como el de patata panadera horneada, presentada en un revuelto con longaniza. Y si llegan con ganas al postre, no se olviden de pedir algunas de sus mousse heladas. Especialmente recomendable la de yogur con sabor a melón.



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