PREOCUPACIÓN EN LA UE

Hungría intenta tranquilizar a los mercados

El nuevo Gobierno conservador de Hungría trató este sábado de tranquilizar los ánimos en los mercados internacionales y aseguró que la situación económica del país está estabilizada y no existe el peligro de una bancarrota.

Viktor Orbán, nuevo primer ministro húngaro
Hungría intenta tranquilizar a los mercados
EFE

Mihály Varga, presidente de la comisión gubernamental para investigar el estado real de la economía de Hungría, manifestó ante la prensa en Budapest que "la situación está estabilizada".


El secretario de Estado agregó que los comentarios de varios políticos de su partido, el conservador Fidesz, sobre una posible bancarrota de Hungría, fueron "exagerados" y "desafortunados".


Un portavoz del Gobierno había advertido de que el déficit público del país podría ser mucho más elevado de lo pensado, lo que causó una fuerte bajada de las bolsas europeas.


Otro dirigente del gobernante partido Fidesz, Lajos Kósa, comparó la situación de Hungría con la de Grecia, sobre todo en cuanto a la posible manipulación de datos económicos.


El índice general de la bolsa de Budapest bajó un 3,3 por ciento, mientras que la moneda húngara, el forinto, se depreció un 2 por ciento con respecto al euro, su nivel más bajo en un año.


Ante esta situación, el Banco Nacional de Hungría (MNB) intervino el viernes por la tarde, aseguró que la economía del país está en vías de recuperación y pronosticó para el año 2010 un déficit presupuestario del 4,5 por ciento del PIB, mientras que constató una "considerable mejora" en las balanzas de pagos.


En ese sentido, Varga dijo que el plan del Gobierno sigue siendo alcanzar un déficit del 3,8 por ciento, tal y como estaba previsto por el anterior ejecutivo y la Comisión Europea.


Sin embargo, para ello "es necesario actuar inmediatamente" y realizar cambios estructurales, agregó el dirigente del Fidesz, aunque destacó que la financiación de la deuda pública húngara no está en peligro.


Según muchos analistas húngaros, las palabras de los políticos conservadores sobre la posible bancarrota "eran de uso interno" en medio de la crispación política que sufre el país desde hace años.


Varga aseguró este sábado que la comisión que dirige ha aclarado que "existen grandes diferencias" entre los datos publicados por el gobierno anterior y "la realidad".


Fuentes del Gobierno magiar habían advertido en los últimos días de la posibilidad de que el déficit presupuestario suba este año hasta el 7,5 por ciento del PIB.


Para dar ejemplos de estas diferencias, Varga enumeró los ingresos de impuestos, los gastos del sector público, los gastos generados por las compañías públicas de transporte, como la línea aérea Malév, la ferroviaria MÁV y el transporte urbano de Budapest, así como el caso de los de seguridad social.


"El Gobierno de (Gordon) Bajnai mintió y no presentó la realidad", enfatizó el secretario de Estado y añadió que habrá que determinar "quiénes son los responsables" de que no se publicaran las cifras correctas y tomar las medidas adecuadas.


Hungría es uno de los países que se vieron más afectados por la crisis financiera de 2008 y en octubre de ese mismo año tuvo que acudir a un préstamo internacional de 20.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la UE para salvarse de la bancarrota.


El Ejecutivo del economista independiente Gordon Bajnai, que gobernó durante un año, hasta abril de 2010, introdujo una serie de severas medidas para estabilizar las cuentas públicas.


Los expertos del Gobierno húngaro recibirán la próxima semana a una delegación del FMI para analizar la situación.


El nuevo primer ministro, Viktor Orbán, había asegurado tras su victoria electoral que renegociará las condiciones del pago de la deuda, para ganar márgenes de maniobra para su propia gestió