Comercio

Esperpento en el supermercado

La situación que viven desde el pasado 1 de julio 59 trabajadores de cinco tiendas de El Árbol es surrealista. UGT y CC. OO. estudian movilizaciones

Los trabajadores no tienen ni idea de qué es lo que está pasando». Este podría ser el resumen de la rueda de prensa convocada ayer por las federaciones de Comercio de UGT y CC. OO. para intentar explicar la esperpéntica y perversa situación en la que se encuentran cinco supermercados del Grupo El Árbol -ubicados en Zaragoza, Huesca, La Rioja y Navarra- que fueron comprados a la CAI en 2009, y que forman parte de lo que en su día fue la cadena Galerías Primero.

Resulta que El Árbol no los quiere e intentó devolverlos el pasado 1 de julio a la CAI, acogiéndose a una cláusula del contrato de compraventa -artículo que, por otra parte, los representantes de los trabajadores desconocían hasta ese momento-, que permitía a la firma castellanoleonesa retornar a la CAI estas cinco superficies comerciales si no conseguía hacerlas rentables. Echando mano de otro artículo de ese mismo contrato, la CAI cedió en mayo a un tercero (Promoideas) una opción de compra para que se quedara con las tiendas. Pero, ¡hete aquí!, que El Árbol se niega a traspasarlas directamente a Promoideas -que en este asunto actúa como intermediaria y no explotaría directamente las tiendas, sino que, probablemente, las vendería a un cuarto actor- e insiste en pasárselas solo a la CAI. Y todos, unos y otros, creen tener la razón en este bucle legal y están convencidos de que su interpretación del contrato es la correcta.

En la convocatoria de ayer, los responsables de Comercio de UGT y CC. OO., Ángel Jaso y Emilio Alloza, respectivamente, explicaron que si el pasado 1 de julio no hubiera intervenido un juez, a instancias de Promoideas, suspendiendo la subrogación de los trabajadores -ya que El Árbol pretendía desentenderse de las tiendas desde ese día y envió una carta a los trabajadores de los supermercados comunicándoles que a partir del día siguiente pertenecían a la CAI- la plantilla se hubiera quedado en una situación de absoluta indefensión, en una especie de 'limbo', sin saber a qué atenerse.

Reclaman información clara

En el relato de los hechos que hicieron ayer los dos sindicalistas y dos de los trabajadores de El Árbol que participaron en la rueda de prensa, lo que quedó claro es que hay demasiadas agendas ocultas y poca transparencia y claridad en este asunto. «Somos conscientes -dijo Alloza- de que algo se nos escapa. ¿Qué responsabilidades quieren eludir ambas partes? Lo que nos cuentan es contradictorio. Nos falta información».

Y ante la falta de datos ciertos, surgen las 'manos negras' o las suposiciones razonables. Los sindicatos sospechan que en el contrato (al que no han tenido acceso directamente) puede haber cláusulas que recojan situaciones que, en este momento desconocen, como por ejemplo contratos de alquiler blindados o imposibilidad de traspasar los comercios a firmas de la competencia.

Por ello, el comité (en el que además de UGT y CC. OO. están Fasga y Fetico) ha solicitado una reunión a las tres partes para tratar de encontrar una solución y aclarar el futuro de las cinco tiendas. Los representantes de los trabajadores quieren forzar un acuerdo previo a la decisión judicial. Recuerdan que el conflicto no es laboral sino mercantil (el juez debe dirimir, tras la reclamación de Promoideas, a quién pertenecen los trabajadores) y la solución puede demorarse meses o incluso años. UGT y CC. OO. amenazaron ayer con convocar movilizaciones si no se aclara la situación de las tiendas en breve.

Alloza y Jaso dijeron también no comprender las razones que impiden el acuerdo entre El Árbol y la CAI y la manera de actuar de ambas, por ello, tratarán de personarse en el conflicto para obtener la información, que aseguran, les están ocultando.

Y por no entender no entienden por qué se ha llegado a esta situación y no pueden sino encogerse de hombros -como hicieron ayer- cuando se les pregunta por qué El Árbol ha mantenido abiertas, a regañadientes, estas cinco tiendas cuando no hace tanto presentó un ERE (expediente de regulación de empleo) que afectó a 300 trabajadores y supuso el cierre de varias tiendas. «Lo que nos preocupa son los 59 trabajadores afectados -dijo Jaso-, no puede mantenerse la incertidumbre en la que viven, esta situación de abandono».

Por su parte, los dos trabajadores presentes en la rueda de prensa dijeron sentirse engañados y pidieron que no se utilice a los empleados como moneda de cambio en un conflicto que es empresarial.