ENOLOGÍA

Bodegas Ateca invertirá en tres años 6,5 millones de euros en la ampliación de sus instalaciones

En la primera fase, ya finalizada, ha desembolsado 3,4 millones para la construcción de una nave de elaboración de vino.

Bodegas Ateca ya elabora sus vinos en sus propias y nuevas instalaciones, una nave de 1.800 metros cuadrados que utiliza también, y de momento, como sala de barricas. Para su construcción ha invertido 3,4 millones de euros, a los que habría que sumar otros 530.000 euros destinados a la compra de viñas.


Es la primera fase de un proyecto más ambicioso que incluye otras dos fases más con las que esta bodega situada en el municipio zaragozano de Ateca contará con 3.850 metros cuadrados en los que se alojarán una nueva sala de embotellado, una zona de barricas, un almacén de producto terminado y la sede social. "Nuestra previsión es que esté concluido en un par de años", explicó Ángel Gil, accionista de la bodega, que destacó que todas estas infraestructuras supondrán una inversión total de 6,5 millones de euros.


Hasta ahora, esta bodega elaboraba sus caldos en las instalaciones de la cooperativa Virgen de la Peana de Ateca, con quien llegó a un acuerdo también para recepcionar las uvas de sus socios.


Con estas obras, los responsables de Bodegas Ateca tienen previsto aumentar su producción de las 860.000 botellas que comercializan actualmente hasta las 1,5 millones de botellas. Lo exige la creciente demanda de sus vinos, que se exportan, prácticamente en su totalidad, al mercado exterior, especialmente a Estados Unidos, pero también a Europa, Canadá y sudeste asiático, donde han centrado sus expectativas de expansión futura. Gil detalló también que "nuestra intención es también tener mayor presencia en el mercado nacional".

 

Enólogos australianos

Para la elaboración de sus vinos, Bodegas Ateca cuenta con 70 hectáreas de viñedo propio, a las que suman las producciones de los agricultores socios de la cooperativa Virgen de la Peana, de la localidad zaragozana en la que están instalados, así como de otros viticultores de municipios del entorno como Moros o Aniñón. Solo utilizan variedad garnacha, de cepas viejas "muy viejas, incluso centenarias", matizó Gil.


No es está la única particularidad de Bodegas Ateca y sus vinos. Para la elaboración de los caldos cuentan con dos enólogos australianos, Sarah Morris e Iwo Jakimowicz. Gil explicó que cuando decidieron contar con estos expertos no pensaron en absoluto traer los gustos de los caldos del Nuevo Mundo hasta las viñas aragonesas. "Lo que queríamos era que los enólogos no tuvieran ideas preconcebidas para que se hiciera como antiguamente se trabajaba la garnacha. Además, son expertos conocedores en microoxigenación y macrooxigenación", detalló Gil.


Bodegas Ateca nació en 2005 de la mano de la familia Gil, de Jumilla, e integrada en Orowines, un proyecto bodeguero liderado por Jorge Ordóñez, un experto e influyente importador de marcas españolas en Estados Unidos, que elige la localización de sus bodegas, a la que también pertenece Bodegas Alto Moncayo (Campo de Borja), no por el nombre de la zona sino por la calidad de sus uvas.