CIRCE alcanza unos ingresos de 17,7 millones con el reto de llegar más al sector industrial
Este centro tecnológico, regido por una fundación cuyos patronos originales son DGA, Universidad de Zaragoza y Endesa, ha duplicado los fondos para investigar desde los 7,8 millones de hace seis años, y cuenta con más de 290 profesionales.
Con el reto de conseguir más penetración de las tecnologías del CIRCE en el sector industrial, al que pueden ahorrarle mucho dinero en lo que son consumos energéticos, este centro tecnológico, dirigido por Andrés Llombart, sigue con los crecimientos de entre el 15% y el 20% registrados estos seis últimos años. De hecho, 2023 lo cerraron con unos ingresos de 17,7 millones que son el doble de los 7,8 que tenían en 2018.
De estos ingresos, la mayor parte, casi un 60% viene de fondos públicos, es decir, proyectos a los que optaron vía concurrencia competitiva. En total, fueron 11,90 millones, de los que el 95% corresponden al programa Horizonte Europa (21 proyectos logrando un retorno para entidades españolas colaboradoras de CIRCE de casi 35 millones y 13 para organizaciones aragonesas).
El resto de los ingresos del Circe llegó vía contratos privados, la mayoría con empresas pero también con algún ayuntamiento que les encargó auditorías energéticas o estudios de movilidad. Un 68% son clientes nacionales, un 18% aragoneses y un 14% internacionales. Y aportan sobre todo de soluciones innovadoras para el cálculo del 'curtailment' (orden del operador del mercado para que tanto las plantas fotovoltaicas y eólicas de gran tamaño dejen de producir energía por capacidad de la red); para el desarrollo de cargadores de vehículo eléctrico conductivos y bidireccionales o para la digitalización y electrificación de sectores industriales.
"En el momento en que dejas de ser útil te dejan de contratar. O sea que investigamos cosas que tienen sentido de transferencia y cada vez nos contrata más el sector privado donde hemos tenido un incrmento del 27% de los ingresos" si bien llegar más a la industria sigue siendo el reto, ha reconocido Llombart, en la rueda de prensa de balance del centro tecnológico que en abril de este año cumplirá los 31 años de existencia.
El sector eléctrico y el de las energías renovables supone una de las principales fuentes de ingresos del Circe pero también el sector industrial con proyectos desarrollados para sectores como el de la automoción para el Grupo Cefa y MRA con importantes ahorros energéticos o el que han hecho para Seat al que le han conseguido un ahorro de gas del 30% en los hornos de pintura al tener que cambiar el chasis de los vehículos por otros más grandes para el coche eléctrico. Han trabajado también para fundiciones como Ebroacero.
"Tenemos que ir convenciendo a las industrias de que la cuenta de la energía se les escapa por las costuras y que monitorizando y teniendo información, se pueden cortar esas fugas de energía", ha señalado Llombart. "En el uso del hidrógeno en el ámbito industrial nos falta camino por andar y también en todo lo que es reciclado, tecnologías en las que llevamos trabajando cuatro años", ha precisado.
Llombart ha subrayado que en centros de investigación en energía en Europa están entre los 'top 5' por consecución de proyectos. Y que gran parte del crecimiento que han tenido se lo deben al despliegue de las renovables.
Ha recordado que fueron los primeros en medir los aerogeneradores de La Muela y que es este componente energético, desde la central térmica de Andorra a la eólica o la fotovoltaica, así como la eficiencia y sostenibilidad lo que caracteriza la trayectoria de este centro de investigación público, que parte de una Fundación cuyos patronos originales son DGA, la Universidad de Zaragoza y Endesa, a los que posteriormente se incorporaron Grupo Samca, Tervalis y Taim Weser; y en la siguiente ronda, Grupo Gorlan, Grupo Cuerva y Urbaner.
Entre los retos para el 2024, CIRCE Centro Tecnológico espera mantener su crecimiento por encima del 20%, con una fuerte apuesta por la internacionalización. Asimismo, pretende consolidar su entrada en la industria del automóvil a través de la transferencia de sus prototipos de carga inductiva para vehículos eléctricos y contribuir al despliegue de las comunidades energéticas. Por último, está comenzando a trabajar en el sector de los centros de datos y está apostando por el biometano como herramienta clave para la descarbonización de la industria y el desarrollo de la economía circular.
