La confianza de los empresarios aragoneses mejora ligeramente

A pesar de que para este año se prevé una ralentización de la economía, los empresarios aragoneses, en particular los del sector servicios, se muestran más optimistas. El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) que elaboran la Fundación Basilio Paraíso e Ibercaja, publicado este martes, avanza ligeramente y se sitúa en el 1,2 en el cuarto trimestre de 2023, un cambio radical frente al dato anterior (0,4) por la valoración general que muestran los empresarios del sector terciario, que se muestran más optimistas por el tirón del consumo.

La opinión de los industriales y empresarios de la construcción, en cambio, sí empeora, pero aún se mantiene en positivo, a pesar de que constatan la falta de demanda para seguir creciendo.

Por otra parte, "a pesar de que el desempeño general de la economía sigue sorprendiendo favorablemente, tanto en el caso de España como en el de Aragón", apuntan desde la Cámara de Comercio e Ibercaja, "la persistencia de un contexto de incertidumbre motiva que los empresarios aragoneses sigan valorando de forma más positiva el trimestre recién concluido que el venidero". 

Si se descompone el Indicador de Confianza en los dos subindicadores que lo componen, Situación y Expectativas, ambos mejoran, según recoge el informe. El primero se sitúa en 4,2 (cuatro décimas por encima del dato anterior), mientras que el de Expectativas sigue en terreno negativo, alcanzando un valor de -1,8 (el anterior fue -3).

Los dos principales determinantes que, a juicio de los empresarios aragoneses, frenan el crecimiento de su facturación siguen la tendencia de las últimas oleadas de esta encuesta: insuficiencia de demanda y falta de mano de obra cualificada, según los autores del estudio. En conjunto, ambos factores son señalados por casi siete de cada diez empresas; un resultado que, específicamente en el caso del sector secundario, se eleva hasta casi ocho de cada diez.