FIMA abre sus puertas en Zaragoza sin afecciones, pero rodeada del eco de las protestas agrarias

Un grupo de manifestantes han realizado cortes intermitentes en los accesos mientras las organizaciones agrarias han mostrado sus reivindicaciones en el interior del recinto ferial, donde la Feria Internacional de Maquinaria Agricola reúne a 1.237 expositores de 35 países.

Primer día de FIMA 2024
Primer día de FIMA 2024
Oliver Duch

Había expectativa, y hasta cierto temor, ante la posibilidad de que los agricultores aragoneses llevaran sus movilizaciones espontáneas y no comunicadas ante las puertas del recinto ferial de la capital aragonesa, donde desde este martes y hasta el próximo sábado se celebra la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA), que reúne a 1.237 expositores de 35 países que ocupan más de 100.000 metros cuadrados repartidos en nueve pabellones. Y un gran despliegue de seguridad para garantizar el buen comienzo de la feria.

Pero, aunque se han dejado ver y oír, la protesta ha permitido que la inauguración del certamen haya comenzado con normalidad. Apenas algunas pequeñas retenciones y tráfico lento a primeras horas de la mañana, momento también en el que es habitual una mayor afluencia por la llegada tanto de expositores como de los primeros visitantes. Allí, en el parquin de entrada, les aguardaba alrededor de un centenar de agricultores de la comarca de Calatayud que, ataviados con chalecos amarillos pero en esta ocasión sin tractores, han hecho visibles sus reivindicaciones con cortes intermitentes pactados con la Guardia Civil, con los que también han guardado un minuto de silencio en memoria de los guardias civiles fallecidos al ser arrollados por una narcolancha en Barbate (Cádiz).

A la fluidez del tráfico y la normalidad en los accesos a la feria también ha contribuido la decisión de las organizaciones agrarias (UAGA, Asaja, Araga y UPA) de desconvocar el miércoles la “acción reivindicativa” que habían incluido en su calendario de movilizaciones. Un gesto de apoyo a la FIMA para “no perjudicar la mayor feria de España, un certamen dedicado al sector agropecuario que además se celebra en Zaragoza desde hace 60 años”, habían justificado.

Unos y otros han tenido ocasión, sin embargo, de trasladar sus demandas tanto al máximo responsable del Gobierno de Aragón como a la representantes del Ministerio de Agricultura. De hecho, la primera parada del presidente aragonés, Jorge Azcón, nada más acceder al recinto ferial, ha sido el lugar en el que se encontraban una quincena de agricultores del grupo que protestaba en el exterior y que había acordado con los organizadores de la FIMA su presencia en la comitiva institucional que ha recorrido después la exposición. 

“No queremos entorpecer el desarrollo de la FIMA, pero sí dar visibilidad a nuestra protesta”, ha señalado Alberto Pérez, que ha advertido que los días de movilizaciones no pesan en los ánimos del sector y que estarán en las carreteras el tiempo que haga falta hasta que las administraciones se sienten a negociar. “El campo no rebla” ha insistido.

Azcón urge la Conferencia de Presidentes 

Ante ellos, el jefe del Ejecutivo aragonés, Jorge Azcón, ha manifestado su agradecimiento por las movilizaciones pacíficas y la responsabilidad que han mostrado al “respetar la FIMA, un certamen muy importante para Aragón” y les ha trasladado su intención de buscar nuevas medidas para dar respuesta a sus reivindicaciones, que ha calificado de “totalmente justas”. Pero Azcón ha puesto el foco en Madrid. “Las protestas tienen que ser escuchadas no solo por el consejero de Agricultura o el presidente de esta Comunidad y del resto de autonomías”, ha señalado el jefe del Ejecutivo aragonés, que ha urgido a la necesidad de convocar una Conferencia de Presidentes.

“El presidente de España y todos los de las comunidades autónomas, sin colores políticos, deberíamos de juntarnos para buscar soluciones urgentes, porque los problemas del campo, el exceso de burocracia con la nueva PAC, la competencia desleal que ejercen otros productos… merecen soluciones urgentes”, ha insistido Azcón.

Con los agricultores primero y ante los medios de comunicación después, Azcón ha sacado pecho de las medidas puestas en marcha en la Comunidad para ayudar a los agricultores y ganaderos en tan complicados momentos. “Hablamos con hechos”, ha señalado, para explicar, hasta en cuatro ocasiones, que de los 260 millones que todo el territorio nacional va a disponer en ayudas para ICO-Saeca, 160 millones van a venir a Aragón “porque el Gobierno ha primado un 5% los préstamos”. Una medida que ha calificado de “inteligente”.

No ha querido, sin embargo, hacer referencia a las ayudas directas que su partido prometió en elecciones y que están recogidas en el acuerdo de Gobierno PP-VOX. En su lugar ha reiterado que el presupuesto de la consejería del ramo ha aumentado un 40%, pasando de los 40 millones a los 57 millones. “Nunca en la historia reciente de la historia del Gobierno de Aragón ha habido un Ejecutivo que apostara de forma tan clara y contundente por el sector del campo como lo ha hecho mi Gobierno", ha asegurado Azcón, una afirmación que le ha servido además para criticar las políticas agrarias del anterior Gobierno de Javier Lambán y de su partido, el PSOE, al que ha acusado “de mentir y de no ayudar al campo como debía”.

En el acto de inauguración ha intervenido también la secretaria de Estado de Agricultura, Begoña García, que ha asegurado que el Ministerio de Agricultura está escuchando al sector "porque hay tres organizaciones agrarias, que son ASAJA, UPA y COAG, que son las que tienen la representatividad y que llevan reunidas y trabajando con el Ministerio desde hace mucho tiempo y con las que habrá un encuentro en breve”. La que fuera consejera de Agricultura del Gobierno de Extremadura ha señalado que el ministro Planas fue el primero que defendió las cláusulas espejo a las importaciones de terceros países, pero ha advertido que para conseguirlo tiene que haber mayoría cualificada en el Consejo Europeo y hay países que las rechazan.

Octavillas y críticas de las juventudes de UAGA

La protesta de los agricultores no solo ha sido visible en los accesos a los pabellones. También en el interior. Sobre el presidente del Gobierno aragonés y la comitiva institucional que le acompañaba ha caído una lluvia de octavillas nada más acceder a la zona expositiva. En ellas las Juventudes Agrarias de UAGA explicaban sus reivindicaciones pero también aludían al consejero aragonés, Ángel Samper, a quien acusaban de estar desaparecido.

Han sido también los más jóvenes los que han increpado a Azcón con gritos de “nos has abandonado”, los que han portado pancartas con lemas como ‘Se vende Ley de Agricultura Familiar (aún sin estrenar)’ y ‘Se vende río Ebro’ y los encargados de leer el manifiesto reivindicativo que suscriben las cuatro organizaciones agrarias aragonesas, en cuyos expositores de FIMA han protagonizado una protesta al paso de la comitiva.

A pesar de todo, la primera jornada de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola ha transcurrido con “normalidad”, como han asegurado la mayoría de los expositores, que han reconocido, sin embargo, que la afluencia de público “está siendo algo inferior que otros años”. Más que las movilizaciones, a los fabricantes y distribuidores de maquinaria, herramientas y servicios para el sector lo que les preocupa es la “complicada situación” que está atravesando el sector. 

“Hay preocupación por los clientes. Si el campo no está contento no hay inversiones ni gastos en reparaciones”, ha asegurado Abel Fernández, de la firma aragonesa Agroxcontrol, que lucía en su expositor una pancarta con un lazo verde en solidaridad con las reivindicaciones del sector. Un apoyo muy visible en la práctica totalidad de los stands que participan en la 43 edición de FIMA, que celebra este año el 60 aniversario de su creación, que se prolongará hasta el próximo día 17.

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