Stellantis confía en que las ayudas para la gigafactoría de Zaragoza no se retrasen pese a los cambios del Perte VEC

El grupo Stellantis mantiene sus planes de ubicar una fábrica de baterías para vehículos eléctricos en Zaragoza, pero sigue condicionando el proyecto a la adjudicación de ayudas públicas, tal y como apuntó recientemente su consejero delegado, Carlos Tavares. Fuentes de la compañía indicaron ayer que confían en que los cambios en las convocatorias de las ayudas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC), anunciados el pasado lunes por el ministro de Industria, Jordi Hereu, no retrasen la adjudicación de fondos para la gigafactoría.

Hereu precisó en una comparecencia en la comisión de Industria del Congreso que la convocatoria dotada con 1.250 millones de euros en ayudas, prevista para los primeros meses de este año, se retrasará al segundo semestre, si bien antes -en el primer trimestre- se lanzará una convocatoria extraordinaria de 300 millones (200 en subvenciones y 100 en préstamos), el Perte VEC III.

Fuentes de Stellantis apuntaron a este diario que esperan que los cambios en las convocatorias no retrasen su iniciativa Antares, la fábrica de baterías de Zaragoza, que en la resolución de la sección A del Perte VEC II, publicada el 10 de noviembre pasado, se hizo con 55,86 millones de euros, lejos de las expectativas de la empresa, cuyo presupuesto financiable para el proyecto asciende a 279,32 millones. Según fuentes del sector, la inversión total que requiere la instalación de la gigafactoría es de 3.000 millones de euros.

Ese 10 de noviembre, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, con Héctor Gómez como ministro, aseguró en un comunicado que trabajaba con Stellantis «para alcanzar su objetivo de financiación», ya que sus inversiones «representan una prioridad para este Gobierno y los territorios elegidos para desplegar sus proyectos». La empresa, añadía, trabajaba con el Ejecutivo en «una hoja de ruta» que permita «crear las condiciones adecuadas para alcanzar el nivel de ayudas necesarias».

Desde Stellantis se reconoció que el nivel de diálogo que mantiene con el Gobierno es positivo, pero que este solo tiene sentido si al final se traduce en hechos. Por ello reclama que el tema de las ayudas se resuelva «cuanto antes» para seguir avanzando.

En una reciente rueda de prensa telemática, Carlos Tavares insistía en condicionar sus nuevos proyectos en España a los acuerdos que se consiga con su Gobierno sobre subvenciones. «Ejecutar esas nuevas inversiones es la intención de la empresa, pero si acordamos los subsidios adecuados con el Gobierno español», apuntó el directivo portugués. Las inversiones supondrían «un cambio muy significativo en términos de tecnología», dijo, por lo que consideró «normal» recibir ayudas públicas. «Si no obtenemos contribuciones de los gobiernos, podemos poner las compañías en peligro», advirtió.

En nombre del Gobierno de Aragón, su vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Mar Vaquero, recordó que el presidente Jorge Azcón ya coincidió con el Ejecutivo central en considerar la gigafactoría como un proyecto de Estado y apuntó que confía en que el resultado final sea «positivo».

El Perte VEC II

Stellantis espera, por otro lado, la resolución de la línea B del Perte VEC II, la relacionada con las cadenas de valor del coche eléctrico. El grupo prevé obtener ahí fondos importantes para su plataforma de vehículos a baterías pequeños (STLA Small), determinantes para los automóviles del futuro que quiere ensamblar en sus plantas de Zaragoza y de Vigo.

El Ejecutivo aragonés ya anunció en diciembre pasado la concesión de 10 millones de euros de ayudas directas a la factoría de Figueruelas a través de un decreto-ley aprobado por la «extraordinaria y urgente necesidad» de garantizar la adjudicación de la plataforma STLA Small al centro.