Heraldo del Campo

repostería

La familia que evoca las pastas de la abuela con artesanía y calidad

42 años lleva la familia Izquierdo rescatando el dulce tradicional característico del Bajo Aragón a través de Pastas Makarpy en Mas de las Matas.

Pilar Izquierdo en su pastelería familiar que regenta con su hermana en Mas de las Matas.
Pilar Izquierdo en su pastelería familiar que regenta con su hermana en Mas de las Matas.
P. I.

Tras veinte años en Zaragoza, esta familia dedicada a la distribución de pastas por Huesca y Zaragoza decidió que era el momento de regresar a sus orígenes, en la localidad turolense de Mas de las Matas, e ir más allá de la distribución. Fue "la forma de volver a casa", afirma Pilar Izquierdo, una de las hermanas que han seguido el relevo de sus padres, al hablar de los inicios. "Pensamos que podríamos elaborarlas y distribuirlas también", asegura Izquierdo. No tenían formación ni experiencia más allá del reparto y entrega de los dulces, por eso, su madre, junto con una prima y una amiga, se dedicó a rescatar las recetas tradicionales del pueblo mientras su padre se inscribía en cursos de formación.

Así, hace 42 años, nacía Pastas Makarpy, una pastelería artesanal de la que Pilar desvela el tierno significado que esconde su nombre: "Makarpy es el nombre de mi hermana y mío; ‘ma’ porque las dos somos María; ‘kar’ de Carmen; y ‘py’ de Pilar". La ‘k’ y la ‘y’ son la variante que lo hace especial: "Queríamos un nombre que sonara, que no fuera corriente", explica la residente de Mas de las Matas.

Los principios fueron duros, sobre todo, al ser nuevos en la elaboración del dulce, pero también porque necesitaban darse a conocer: "Todos trabajamos muchísimo, teniendo presencia en ferias y haciendo clientes fuera". Y, pese a las dificultades de cualquier inicio, "conseguimos, con mucho esfuerzo, que fuera un negocio boyante y, por eso mismo, mi hermana y yo seguimos con él", asegura la repostera.

Elaborar hoy los productos como ayer, "con sabor a pueblo"

Desde su fundación, el tesón y esfuerzo de la familia Izquierdo se ha focalizado en conseguir respetar la elaboración de las pastas tradicionales del Bajo Aragón, de forma que sean hechas como antaño, con las mejores materias primas y con el estimulante deseo de recuperar su máxima calidad.

Como consecuencia, este trabajo ha derivado en productos bien acogidos: "Es muy gratificante el reconocimiento de la gente cuando te dicen que las pastas saben igual que las que hacía su abuela", asegura Izquierdo. Llegar a esto ha sido posible gracias al trabajo de traducción de las medidas antiguas, como libras, onzas y jícaras a sus equivalentes en kilos, gramos y litros, que han realizado las trabajadoras a lo largo de su historia. Para las Izquierdo, así es como se pueden elaborar los productos a día de hoy, pero como ayer, "con sabor a pueblo".

Una empresa que aboga por el empleo rural femenino

Salvando a su padre y fundador, por la pastelería solo han pasado mujeres trabajadoras, lo que ha contribuido "a asentar una estructura empresarial sólida", asegura la repostera turolense, quien, a su vez, recalca que son todo mujeres porque "los pequeños negocios familiares en los pueblos son los que permiten que el empleo femenino en las zonas rurales subsista".

Pastas Makarpy

Aunque las hermanas Izquierdo trabajan para recuperar los postres tradicionales típicos para que sus habitantes no pierdan la esencia dulce de su tierra, la comarca del Bajo Aragón, cuentan con la fidelidad de sus clientes, "no solo en Aragón, aunque sea nuestro mercado principal", afirma Izquierdo. También llegan a otras regiones como Navarra, Comunidad Valenciana y Cataluña, gracias a la experiencia en la distribución que arrastra la familia. Actualmente, incluso se han expandido al comercio 'online'.

"Con tesón, entre todos, hemos conseguido lo que queríamos", afirma Pilar. La empresa ha alcanzado la calificación de Artesanos de Aragón que otorga el Gobierno de la Comunidad; logró el premio internacional con diploma de honor de la feria Gastronom´93 de Bruselas; y también posee la distinción del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente por aplicar políticas de Responsabilidad Social en la empresa.

Las hermanas Izquierdo y su equipo de trabajadoras acaban de salir de la campaña de Navidad: "Hemos tenido cinco días sin descanso para elaborar los roscones de Reyes". Ahora, con el año que comienza, seguirán elaborando desde mantecados, carquiñoles, almendrados, rosquillas almojábanas y madalenas, hasta su producto estrella, la ‘torta de alma’. Como bien dice el nombre, "se trata de un dulce con alma propia, y esta es la mermelada elaborada como antaño"; la clave, según Pilar Izquierdo, que hace que "las tortas de alma de Makarpy se conozcan en en todo Aragón".

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