La química aragonesa IQE invertirá 45 millones en una planta en México

El grupo zaragozano IQE(Industrias Químicas del Ebro) da un salto importante en su estrategia de expansión internacional. La compañía se ha hecho con el capital mayoritario de la empresa Silkimya, con sede en Altamira, en el estado mexicano de Tamaulipas, en cuya fábrica de sílice precipitada –un producto fundamental para el sector del caucho, la goma y el neumático– invertirá entre 40 y 45 millones de euros y generará hasta 80 nuevos puestos de trabajo.

La firma aragonesa ha sellado un acuerdo con Edgar Piña, empresario venezolano con experiencia en la producción de sílice en su país natal y en China, para crear una ‘joint venture’ (empresa conjunta) que se hace cargo de Silkimya, en México, y pone en marcha un ambicioso proyecto que se había retrasado por la pandemia de la covid-19, según explicó ayer a este diario Eduardo Villarroya, director general de IQE. Se trata de una fábrica en Altamira, en el sur de Tamaulipas, que en una primera fase podrá producir 12.000 toneladas de sílice precipitada y en una segunda alcanzar hasta las 25.000 o 30.000 toneladas.

Un equipo directivo de IQE, encabezado por su presidente, Jorge Villarroya, estuvo la semana pasada en México para firmar la operación, en cuya negociación, que se prolongó a lo largo de varios meses, contó con el asesoramiento de la firma Deloitte. La delegación aragonesa, en la que estaban el director general de IQE y su director financiero, José Antonio Jiménez, acompañada de Edgar Piña y parte de su equipo, fueron recibidos por representantes de las instituciones tamaulipecas, incluido el alcalde de Tampico, la capital de ese estado del norte de México, para exponerles el proyecto.

«Las expectativas de futuro de Silkimya son muy positivas», apuntó Eduardo Villarroya antes de reseñar la creciente demanda del producto que saldrá ahora de Altamira en mercados de México, Estados Unidos y Canadá, países firmantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que será útil para impulsar su actividad. «Hoy en día el consumo total de sílice precipitada en México es de 70.000 toneladas, de la que gran parte procede de EE. UU. y China, por lo que nuestra producción será bien recibida», señaló. «El sector del neumático nos acoge con los brazos abiertos, ya que no tienen que depender para su fabricación de un producto que le llega desde muchos kilómetros de distancia», incidió.

Los planes de IQE para su nueva filial mexicana son los de contratar en una primera fase a 60 personas y sumar 20 más cuando se alcance la producción de 25.000 toneladas. La empresa aragonesa prevé desplazar a profesionales aragoneses, al menos en un primer momento, si bien el grueso de los empleos será para la gente local.

La sílice precipitada se emplea también para sectores como la alimentación animal o el de dentríficos, pero según indicó Eduardo Villarroya, «nosotros con el del caucho, la goma y el neumático tenermos mercado suficiente».

"Un referente europeo del sector químico"

Afirma Eduardo Villarroya que en el estado de Tamaulipas, en México, han sido muy bien recibidos, con esa «alfombra roja» figurada para quienes llegan con inversiones importantes para crear riqueza y empleo.

En la información local que da cuenta de la planta que se pondrá en marcha en Altamira en próximos meses se habla de IQE como «un referente europeo del sector químico» y se recogen declaraciones en redes sociales de Chucho Nader, alcalde de Tampico, capital de ese estado mexicano, que destaca cómo recibió a «directivos y empresarios del proyecto Silkimya, empresa de producción que labora en nuestra zona». «Agradezco su visita y la voluntad de trabajar en beneficio de nuestra ciudad; estoy seguro de que sumaremos esfuerzos para que Tampico y la región sigan brillando», añade.

El grupo IQE facturó 147,9 millones de euros en el ejercicio 2022, un 40% más que el año anterior por la subida de precios. La compañía tiene sedes productivas en Zaragoza, Barcelona y Zamudio (Vizcaya) y una plantilla de 212 trabajadores.