El primer ejecutivo en España de KPMG, una de las ‘Big Four’ de la auditoría y consultoría a nivel mundial (las otras son Deloitte, PwC y EY), repasa en la entrevista la apuesta de la compañía por contratar diferentes perfiles en el conjunto del país en general y en Zaragoza en particular. La estrategia de la firma de extender sus profesionales a las empresas le obliga a nutrir a sus equipos de expertos en materias muy diversas, entre ellas las más tecnológicas.

KPMG era una firma de auditoría y ahora ofrece mucho más servicios. ¿Cuál es su especialización y hacia dónde va la compañía?

Nosotros tenemos a gala nuestro origen, ser una firma de auditoría, y eso nos da una impronta de calidad, de reputación, de confianza, y a partir de ahí se han ido desarrollando muchos otros servicios. La auditoría representa hoy en torno al 33% o 35% de nuestros ingresos. En el reto está el Derecho en el sentido amplio, es decir, el fiscal, el legal, el laboral... También distintas especialidades, como el concepto de consultoría, tanto en el sector financiero como en estrategia, transformación y tecnología, así como áreas también importantes como fusiones y adquisiciones, operaciones de riesgos, etc.

¿Hacia dónde va KPMG?

Nuestro objetivo es tener un crecimiento saneado y equilibrado. Es decir, no crecer por crecer, sino mantener altos estándares, sobre todo de confianza y de reputación. Todo ello sin perder rentabilidad. Para nosotros es fundamental, siendo como somos auditores, creer en la profesión de auditoría y tener un rol de liderazgo dominante. Ese rol se puede decir que lo tenemos porque somos los auditores del mayor número de empresas en el Ibex 35.

Ha anunciado en Zaragoza que KPMG creará 250 empleos más hasta 2026 y pasará de los 500 puestos actuales a los 750. ¿Qué tipo de empleos serán?

En España contratamos en torno a unos 2.000 profesionales al año. En los meses de septiembre y octubre de este año estamos contratando 750. La gran mayoría de ellos son universitarios y en menor medida, de Formación Profesional. Siempre lo cuento: cuando entré en la firma hace 27 años casi todos los que entrábamos habíamos hecho ADE, o sea, Económicas o Empresariales, y Derecho. Y había algunos que hacían otras cosas, como los ingenieros. Ahora, a modo de ejemplo, de esos 750 que estamos contratando para estos dos meses, el 20% son perfiles STEM (tecnológicos). Entonces, cada vez son perfiles mucho más amplios. Podemos tener psicólogos, periodistas, arquitectos...

¿Y en Zaragoza?

Ahora mismo estamos contratando entre septiembre y octubre en Zaragoza a 90 personas. Aquí en torno al 60% vienen de FP y el resto, universitarios. El de Zaragoza es un Centro de Calidad y Eficiencia (CCE), pero a veces es un centro de primer empleo. Empiezan a trabajar con nosotros y desarrollan distintos tipos de habilidades o capacidades. ¿De dónde vienen? Como en el resto de España, de disciplinas muy diversas.

¿Por qué crece tanto la oficina de Zaragoza?

Crece mucho porque aquí determinamos hace 10 años que instalarían el citado Centro de Calidad. Eso implica que tratamos de llevar a este centro el máximo volumen de horas posible, sea por la innovación, por la tecnología o por la concentración de tareas. Muchos de los trabajos que históricamente se hacían por equipos de otras geografías, en Madrid y Barcelona, por ejemplo, son derivados aquí, a Zaragoza, a este centro.

¿Refuerzan su apuesta por Zaragoza por la situación económica aragonesa?

Antes de instalar el centro hicimos un análisis profundo de la plaza y nos decantamos. Y después, periódicamente, vemos que realmente las premisas que había en ese análisis se cumplan. Para que eso funcione es fundamental la colaboración público-privada, y esa se da aquí. Lo vimos en la celebración del décimo aniversario.

Parece que encuentran aquí a la gente que necesitan. Pero un informe vuestro recoge que el 75% de las empresas no están captando el talento que necesitan. Ese es un problema grave para la economía española.

Totalmente de acuerdo. Tenemos una tasa de paro muy elevada y a la vez una necesidad de las empresas de contratar. Para cubrir ese ‘gap’ hemos lanzado una iniciativa con Universia, el Banco Santander, la Fundación Telefónica y Linkedin. Creemos que se puede identificar ese ‘gap’ y actuar sobre ello.

¿Cómo ve la evolución de la economía española? Se temía un primer semestre malo, pero fue mejor de lo previsto. Y ahora se anuncia una desaceleración.

El tema es que hay una situación macro con indicadores malos o negativos. Hablamos de inflación, subida de tipos, poco crecimiento del PIB... Y todos son datos reales. Pero, de alguna forma, nosotros nos alimentamos, aparte de esto, más del contacto con nuestros clientes. En una encuesta que hacemos con los CEO de empresas y un alto porcentaje habla de crecer y de seguir invirtiendo. La foto es positiva porque este trabajo se hace en el segmento de empresas grandes. Pero el tejido empresarial español, por desgracia, es de empresa mediana, pequeña y autónoma. El 90% son pymes y autónomos. Y esas pymes son las que en momentos de incertidumbre o de crisis son menos resistentes.

Por eso hay visiones distintas.

Sí. Por eso aparte de todo lo que hemos hablado del talento, y la necesidad de tener a personal mejor formado, tenemos otro reto muy importante. Hay que conseguir aumentar el tamaño medio de nuestras empresas. Porque si se aumenta el tamaño, la empresas serán automáticamente más resistentes, más internacionales y más innovadores en tecnología.