Inmobiliaria

El fin de la fiebre de las casas unifamiliares en Aragón

Las compraventas de esta tipología en la Comunidad han caído hasta un 16,36% en el segundo trimestre de 2023.

Una urbanización de chalés adosados en Miralbueno, una de las zonas por excelencia de unifamiliares en Zaragoza.
Una urbanización de chalés adosados en Miralbueno, una de las zonas por excelencia de unifamiliares en Zaragoza.
Landa Propiedades

Los espacios muy abiertos y ajardinados ya no están tan de moda en Aragón. O, al menos, ya no son tan solicitados. Así se desprende del último informe de la Cátedra en Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza, presentado recientemente, donde se aprecia que la compraventa de viviendas unifamiliares en el segundo trimestre de 2023 descendió hasta un 16,39%. Su máximo histórico llegó en plena pandemia, en otoño de 2020, cuando alcanzó un peso del 22,43%.

Es una circunstancia que las propias inmobiliarias confirman. Incluso, lo preveían, tal y como destaca Juan Manuel Lanau, gerente de Landa Propiedades. "El 'boom' de las unifamiliares con la pandemia ya se ha normalizado. Antes, si un inmueble era de interior era casi imposible venderlo. Ahora ya hay un poco de todo", explica. Lo cierto es que fue un auge "exagerado" el de las casas aisladas, de ahí que fuera insostenible en el tiempo.

No obstante, a pesar de que la demanda ya no es la que era, esta tipología de vivienda sigue teniendo su público. "Hemos vuelto a niveles prepandemia. Nosotros vendemos muchas unifamiliares y tenemos muchos clientes igualmente", desarrolla Marta Salas, agente de la citada inmobiliaria. El principal motivo es el cambio del modelo de vida desde hace tres años, cuando la pandemia condicionó todo y se requerían más metros cuadrados.

Marta Salas, de Landa Propiedades, nos explica cómo la demanda de las viviendas unifamiliares, aunque sigue habiendo compradores, se ha estabilizado tras la Covid-19

"Mucha gente que vivía en el centro se sentía agobiada y buscó chalés adosados, principalmente en el extrarradio. Se vendió como nunca. Ahora se siguen buscando, pero se ha normalizado un poquito", especifica Salas. El coste que supone mantenerlas "no suele ser un problema" para el cliente que busca este tipo de pisos, ya que "no son tan caros como creen". 

"Las urbanizaciones con adosados suelen tener un jardinero que te cuida la vegetación; y a nivel de consumo de agua y gas, no gastas lo mismo que en el centro", detalla Salas. Asimismo, son construcciones "de mayor calidad", y con espacios abiertos, un plus con respecto a las unidades plurifamiliares. No obstante, según apunta el director de la Cátedra, Luis Fabra, al tener una mayor superficie, su precio es superior de base, por lo que son una opción que gusta menos de primeras.

La agente Marta Salas conversa con Heraldo.es en una terraza de un chalé unifamiliar adosado que Landa tiene a la venta en Miralbueno, una de las pocas zonas de la ciudad donde se puede encontrar estas construcciones Este hogar tiene dos plantas, una buhardilla de 80 metros cuadrados y una bodega, con un garaje con espacio para un par de coches. Son 216 metros cuadrados de inmueble, con cuatro dormitorios, tres baños y un acabado muy bonito y pulido por 348.000 euros.

El salón de una unifamiliar a la venta en Miralbueno por 348.000 euros.
El salón de una unifamiliar a la venta en Miralbueno por 348.000 euros.
Landa Propiedades
La terraza de una unifamiliar a la venta en Miralbueno por 348.000 euros.
La terraza de una unifamiliar a la venta en Miralbueno por 348.000 euros.
Landa Propiedades

La oferta para una sola familia ha menguado con el paso del tiempo en Aragón, y especialmente en Zaragoza. En el centro no se puede construir así por normativa, por lo que estas viviendas se desplazaron más al extrarradio, pero tan solo han tenido un buen impacto en zonas como Miralbueno, Cuarte de Huerva y Santa Isabel. "Los costes de construcción y el alza de las hipotecas han hecho que para las promotoras sea una opción menos atractiva", explica Ángel Pueyo, director de la Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica de la Universidad de Zaragoza con el Ayuntamiento, también catedrático de Geografía Humana.

El apogeo de la unifamiliar en la Comunidad y a nivel nacional fue algo psicológico, por el ansia de buscar más espacios abiertos. Todos aquellos ciudadanos que se alejaron del centro "incluso han reconsiderado volver a vivir allí", ya que el transporte es un gasto extra. "Está cambiando el paradigma de la movilidad ligado a los mayores costes de transporte y a una variación de filosofía y sensibilidad. Esto marca una menor demanda. En estos momentos tener una vivienda individual supone dos o más coches para las unidades familiares, que son modelos de desplazamiento en contra de la famosa ciudad de 15 minutos. Hace que empecemos a reflexionar sobre cuál es nuestro modelo residencial", desarrolla Pueyo.

También la propia forma de edificar ha cambiado y ahora las promociones de viviendas plurifamiliares recogen una mayor superficie y con terrazas. Así, construir una serie de unifamiliares con criterios de energía como los que se encuentran en la actualidad puede suponer el doble de gastos para la promotora.

Con el estallido de la pandemia, "los ciudadanos se mostraron más flexibles a vivir lejos del centro y a demandar más superficie para poder teletrabajar y vivir a gusto", manifiesta Fabra. Todo ello favoreció a los chalés para una sola familia, la mayoría ubicados en municipios del entorno de Zaragoza. Ahora, la compraventa de estas unidades ha caído y todo apunta a que seguirá esta tendencia. "Está en ese momento medio-bajo", añade el director de la Cátedra.  El hecho de tener un importe medio por vivienda superior, al comprar más metros, hace que el coste financiero sea mayor, igual que los pisos de mayor superficie, que viven una situación parecida, dice Luis Fabra.

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