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Los ganaderos aragoneses reclaman ayudas directas ante el avance de la fiebre hemorrágica
En los Montes Universales se han detectado 80 cadáveres de ciervos infectados. Desde el Gobierno de Aragón se insiste en su llamamiento a la calma y se asegura que en las explotaciones de vacuno el número de animales afectados es "mínimo".
A pesar de las llamadas a la tranquilidad lanzadas desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, la preocupación y el desánimo cunden entre los ganaderos aragoneses, especialmente aquellos cuyas explotaciones se sitúan en las comarcas de Albarracín y Maestrazgo, donde se han detectado focos de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE). Exigen actuaciones inmediatas, que se pongan sobre la mesa soluciones urgentes y reclaman ayudas directas para los productores afectados que, dado que la enfermedad es nueva y no está incluida en el saneamiento ganadero, tienen que hacer frente a unos elevados gastos de tratamiento a los animales enfermos y de desinsectación de sus cabañas.
"Hay temor y el ánimo está por los suelos", señalan desde la Asociación de Defensa Sanitaria (ADS) de Vacuno de Cantavieja y la Asociación de Ganaderos de Vacuno del Maestrazgo (Gavamaes), que muestran su malestar y preocupación ante la asfixiante situación que están sufriendo sus explotaciones de ganado por la rápida transmisión de la enfermedad. De hecho, destacaron ayer desde la ADS de Cantavieja, se está constatando que el número de casos avanza "día a día" en esta zona, donde se estima que están afectadas alrededor del 25% de las 87 explotaciones que están inscritas en la asociación.
Preocupa "y mucho", señalan desde el sector, el impacto económico que provoca la fiebre hemorrágica. Porque aunque no se transmite entre animales ni se contagia a humanos y no existe riesgo alguno por el consumo de carne, ya está provocando la muerte de algunos animales en las explotaciones, además de abortos y pérdidas de producción. Dispara los gastos veterinarios y también impacta en la rentabilidad de las ganaderías por la inmovilización del ganado, que, según denuncian desde estas organizaciones, "ya se están negando guías para salidas de animales".
"Mañana (por hoy) va a venir el jefe de servicio de la DGA para informar sobre la enfermedad, pero los ganaderos no quieren información, quieren soluciones, un protocolo de actuación y ayudas", insistieron desde la ADS de Vacuno de Cantavieja. Unas ayudas directas que también se están reclamando desde la organización agraria UAGA, cuyo representante del sector, Joaquín Gargallo, reconoció, eso sí, que los tratamientos administrados a los animales infectados "están funcionando bien".
Frente al malestar de los ganaderos, la Consejería de Agricultura volvió ayer a insistir en la necesidad de mantener la calma porque, aseguraron desde el Departamento, en las explotaciones de vacuno el número de animales afectados es "mínimo".
"La enfermedad afecta en mayor grado a los animales con menos defensas. La población de rumiantes, una vez pasados los síntomas, queda autovacunada contra este virus", afirmó el director general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Fernando Laguna. Volvió a lanzar un mensaje de "tranquilidad" ante la expansión de la EHE, recordando que se trata de una enfermedad vírica provocada por la picadura de un mosquito que afecta a rumiantes sobre todo salvajes, que no se contagia a humanos y tampoco se transmite entre animales. Hasta el momento no se han observado casos de gamos y corzos.
Rumiantes salvajes
Mayor afección ha habido entre los rumiantes salvajes. Fuentes del Gobierno de Aragón confirmaron ayer que desde mediados del pasado mes de agosto han sido detectados alrededor de 80 ciervos muertos afectados por EHE en la reserva natural de Montes Universales en Teruel, donde existe una población de 2.500 ejemplares. La cifra supone, señalaron desde la Consejería de Agricultura, menos del 10% del total, un porcentaje que los expertos consideran "dentro de la normalidad". Por el momento no se ha aplicado ninguna restricción a la práctica de la caza.
La detección de la enfermedad entre los ciervos de la Sierra de Albarracín también ha despertado el malestar entre los agricultores y ganaderos de los municipios que forman parte de la reserva natural Montes Universales de Teruel, cuyos vecinos consideran que el Gobierno aragonés no ha informado lo suficiente sobre la aparición de cadáveres de ciervos.
"Estos rumiantes se mueven libremente por los campos agrícolas para comer y pueden entrar en contacto con el ganado. Estamos indignados y es vergonzoso que no se nos haya dicho antes cómo estaba la situación", explicó ayer un vecino de uno de los pueblos afectados. En su opinión, la transparencia de los responsables de la reserva Montes Universales con sus vecinos y propietarios "es mínima o nula".
Aunque hasta noviembre de 2022 la EHE era una patología desconocida en España, desde la Consejería de Agricultura se insistió además en que dicha enfermedad es conocida en el sector y se trabaja en ella desde sus inicios. Y como prueba destacó que todos los animales que se exportan fuera de los países de la Unión Europea o aquellos con los que España no tiene acuerdos previos son sometidos a un test PCR para descartar la dolencia. El departamento que lidera Ángel Samper señaló también que la mayor afección "ya ha pasado" y el mosquito "se está marchando", por lo que la incidencia bajará en invierno y, aunque "quizá el vector vuelva el año que viene, este encontrará a los animales ya inmunizados".
