"Nos hemos alojado una noche en esta perfecta casa de invitados para hacer una parada en nuestro largo viaje. Íbamos con una bebé. Es ideal si buscas algo sencillo, cerca del centro y cómodo". Así describe una usuaria de la página de reservas de alojamientos Airbnb lo que es pasar unos días en una casa hecha con un contenedor marítimo en Zaragoza. Una tipología de vivienda no muy extendida, pero que para según qué climas puede ser una buena opción dada su sostenibilidad y precio. ¿Es la capital aragonesa un buen escenario para este tipo de hogares?

Cabe destacar que, según indican los expertos, al darle una segunda vida a un contenedor marítimo, se reducen las emisiones derivadas del proceso de construcción, aunque se puede elegir construir una vivienda con contenedores nuevos. Normalmente, las casas-contenedor salen de fábrica con una calificación energética B, pero se puede llegar a conseguir la autosuficiencia.

Además, funcionan como las casas modulares, una gran alternativa para construir una vivienda en el pueblo o en cualquier terreno. Un contenedor marítimo es un módulo, que ya de por sí puede ser una vivienda, pero es ampliable con más 'containers', siempre y cuando las características del terreno lo permitan. Asimismo, podrían reubicarse.

Hasta aquí todo bien. Una casa ecológica, que puede personalizarse al igual que una vivienda modular y que tiene unas posibilidades sorprendentes en los mejores casos. No obstante, hay que recordar una cosa: los contenedores están hechos de acero, un material que puede chocar bastante con el clima de la capital aragonesa, donde hace mucho frío en invierno y excesivo calor en verano.

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Fernando Abad, CEO de la empresa zaragozana Moduacero, especialista en construcciones modulares, se aventuró hace unos años a intentar sacar adelante un negocio de construcción de casas con contenedores marítimos. Pero la idea no pudo materializarse por lo caro que suponía hacerlo en Zaragoza. "Partimos de la base de que un 'container' marítimo tienen longitudes o de 8 o de 12 metros. De altura son de 2,4m, y los más grandes -denominados 'High cubes' son de 2,9", expresa Abad, por lo que las posibilidades de habitabilidad se reducen. Aún así, se puede lograr una casa bonita de una habitación, un baño y una cocina, en el caso de escoger tan solo un módulo.

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A los gastos de comprar el contenedor marítimo de segunda mano (rondan los 2.000 euros), habría que añadirle los costes de hacer una limpieza "integral" para lograr que sea habitable. "Al final han viajado por todo el mundo. Necesitan una revisión de arriba a abajo", dice Abad.

El principal problema es el material de este tipo de viviendas. "Están hechas de acero. En Zaragoza, que en verano superamos los 40 grados, es inaguantable. Y en invierno hace mucho frío", expresa. Por lo tanto, hay que hacer un desembolso extra en aislar térmicamente los contenedores. "Se debe hacer un proceso constructivo extra. Y eso, económicamente, sale carísimo", asegura. Principalmente, además, si se compara con los acabados que se puede obtener con un contenedor marítimo y con una casa modular, que sería más económica y de mayor calidad. El precio podría rondar los 2.000 euros por metro cuadrado en el caso de los 'containers' una vez hechos todos estos trabajos. 

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"La principal ventaja es que se pueden mover, pero tampoco puedes hipotecarlas. Aquí hay muy poco mercado", asegura el CEO de Moduacero. Como vivienda se le puede sacar mucho partido, pero en casos concretos, y quizá lejos de la capital del Ebro, aunque puede ser una alternativa habitacional, como una pequeña casa de invitados en el pueblo, o un cobertizo, por ejemplo. Aunque en la capital aragonesa se puede encontrar una vivienda de esta tipología, alquilable como destino vacacional. "Un sitio moderno y acogedor para desconectar de la ciudad. A solo 10 minutos del centro de Zaragoza. Y con aparcamiento público en la misma puerta del alojamiento. Desconecta en nuestra casa de invitados con su gran terraza, cocina completa, zona de trabajo y todas las comodidades", se puede leer en su anuncio en Airbnb.

Otros usos de los contenedores marítimos

La versatilidad del contenedor marítimo da para más soluciones habitacionales. Por ejemplo, para la Expo 2008 se construyó un hotel utilizando estos 'containers' en La Muela, obra del arquitecto Luis de Garrido, y que en la actualidad se encuentra abandonado. El I-Sleep Eco-Hotel fue diseñado con las técnicas más innovadoras de arquitectura sostenible para reducir el consumo energético hasta un 60% respecto al de un hotel convencional.

Luis de Garrido

Además, Aragón fue pionero en lo que a contenedores marítimos se refiere, al albergar el museo Enlatamus en Torremolinos. Asimismo, con el calor abrasador del verano, también ha tenido bastante fortuna una idea de hacer piscinas con este tipo de contenedores marítimos.

Laura Uranga

Twitter @Int_Piscinas

Permisos y requisitos para tener una casa-contenedor

Las casas-contenedor se construyen por módulos. Un contenedor, un módulo. Por tanto, se pueden ampliar una vez ya se hayan construido si el terreno lo permite. El tiempo medio de construcción de una de estas viviendas modulares es muy relativo, aunque oscila entre los tres y los seis meses, dependiendo de la empresa, los acabados, las características de la parcela y la complejidad del proyecto, según explica el portal inmobiliario Idealista.

Los permisos necesarios para una casa-contenedor dependen de si está anclada al suelo o no. Las ‘mobil homes’, a ojos de la ley, son tratadas como bienes muebles, por lo que están reguladas por el artículo 335 del Código Civil y la norma UNE-EN 1647.

Al ser consideradas como bienes muebles, tienen ventajas legales y precisan menos trámites burocráticos y requisitos técnicos. A modo de resumen, una casa prefabricada móvil no requiere permiso de edificación, salvo que precise algún tipo de cimentación.

En cambio, si es una casa-contenedor anclada al suelo, se considera un bien inmueble y, por tanto, están bajo la misma legislación que las construcciones tradicionales. Es decir, se regulan por Ley Orgánica de Ordenación de Edificios (LOE) y el Código Técnico de la Edificación (CTE).

El precio de esta tipología de hogares, en caso de no tener que someterla a grandes cambios para aislarla térmicamente, depende mucho de los materiales, el diseño, la parcela, los acabados... Idealista, basándose en algunas empresas especializadas en este tipo de construcciones, informa de que una superficie de 63,24 m2, distribuidos en un dormitorio, un baño, cocina office, salón, comedor saldría por unos 67.600 euros, siendo el pack más económico.