Sequía

La sequía se agrava en la cuenca del Ebro y ya son cinco las zonas en emergencia

La CHE declara esta situación en la cabecera y eje del Ebro, el Iregua, el Bajo Ebro y el Aragón y Arbas se suman a la lista que lidera el Segre desde hace 11 meses

La torre de Mediano, visible por el bajo nivel del agua, se ha convertido en atracción turística.
La torre de Mediano, visible por el bajo nivel del agua, se ha convertido en atracción turística.
Javier Navarro

La sequía avanza en la cuenca del Ebro. Lo había advertido el organismo de cuenca (CHE) la semana pasada en la que tras declarar la situación excepcional de la subcuenca del Segre, adelantó que era previsible que poco a poco fuera entrando en situación similar la totalidad del territorio de la demarcación. Y, este jueves, lo ha corroborado el informe mensual del estado de indicadores relativo a fecha de 30 de abril, que elabora la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en el que se señala que aunque la zona oriental de la cuenca continúa siendo la que se encuentra "peor", la situación se va extendiendo a otras subcuencas.

Así, ahora entran en emergencia la cabecera y el eje del Ebro, el Bajo Ebro, el Aragón y el Arba y el Iregua. Muy cerca de esta consideración, advierte el informe, están el Noguera-Pallaresa, el Noguera Ribagorzana, el Ésera y el Gállego-Cinca, que si bien se mantienen en alerta, "si no hay un cambio radical en las precipitaciones, será probable su entrada en emergencia para el próximo informe", recoge el documento.

Situación de la cuenca del Ebro

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Y es que las lluvias de abril han sido "casi inexistentes", destacan desde la CHE, que recuerda que toda la cuenca se encuentra por debajo de la media en precipitaciones, y su mayor parte, con valores menores del 75% del promedio, es decir, apenas ha llovido un 25%. Pero además la escasez de lluvias y de aportaciones que ha caracterizado tanto a febrero como a marzo y también al pasado mes de abril, "hace que prácticamente toda la cuenca se encuentre en sequía", señala el organismo. 

Solo presentan mejor situación, añade la CHE, las zonas pirenaicas con un probable mayor impacto del deshielo adelantado (como Gállego-Cinca y Garona), y aquellas otras de la margen derecha en que las aportaciones tienen un fuerte componente de descarga subterránea (como Jalón y Martín). "Irati, Arga y Ega, se encuentra al borde de la sequía", alerta el organismo de cuenca, que reconoce que los escenarios de precipitaciones de la Agencia Estatal de Meteorología para los meses de mayo, junio y julio, son "equiprobables" y que tampoco aportan concreción las predicciones del observatorio europeo de la sequía.

Abastecimiento a la población

Pese a ello, el organismo destaca en su informe, como ya lo destacó hace una semana, que los grandes sistemas de abastecimiento de la cuenca (aquellos de más de 20.000 habitantes) "cuentan con una situación robusta a pesar de la sequía y su abastecimiento puede considerarse garantizado". Reconoce, sin embargo, que aunque esta sea la generalidad, es recomendable adoptar medidas de concienciación y ahorro. Un consejo que ya transmitió el pasado 19 de abril cuando la Confederación del Ebro dirigió una comunicación a los ayuntamientos de la demarcación para que valorasen el estado de sus abastecimientos y la necesidad de tomar medidas de ahorro. De hecho, como reconoce la entidad, algunos municipios ya han comenzado a tomar decisiones que limitan usos de agua no esenciales (baldeos, fuentes públicas, riego de jardines y huertos) y en algunos pequeños núcleos ya comienzan a tener problemas de suministro "que generalmente solo se producían en verano", lo que ha obligado a las diputaciones provinciales a apoyar el abastecimiento mediante cisternas.

El informe destaca además que la situación en la mayoría de las llamadas unidades territoriales de escasez permite la aplicación de los caudales ecológicos menos exigentes previstos en el Plan Hidrológico para las situaciones de sequía prolongada en masas de agua no situadas en Red Natura, si bien el pasado miércoles el organismo de cuenca ya advertía que reducirá dicho caudales hasta el 40% de las masas de agua de la cuenca conforme fuera avanzando la sequía.

La situación en los cultivos es también cada vez más complicada. Aunque todos los sistemas comenzaron la campañas de riego aplicando restricciones, cupos o prorrateos de dotaciones y en algunos casos se ha limitado las dotaciones a salvar los cereales de invierno y a permitir las supervivencia de los árboles frutales, la situación es "especialmente grave en el Segre", reconoce la CHE en su último informe, en el que advierte que "esta gravedad va llegando a otros lugares", como el Iregua. Incluso se reconoce que en la zona del Bajo Ebro el cultivo del arroz "se enfrenta a una situación difícil".

Y "muy problemática" es también la campaña para los usos recreativos dependientes de embalses donde se plantea la suspensión de actividades.

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