agroalimentación
Cuatro patentes de Térvalis abonarán con fertilizante orgánico los cultivos de todo Aragón
El grupo turolense cede sus investigaciones al Gobierno de Aragón para situar a la Comunidad en la vanguardia de una producción agroalimentaria "más sana, más sostenible y más asequilble"
El anuncio realizado el pasado mes de noviembre en el marco del Congreso Renowagro, organizado por el grupo turolense Térvalis, se ha materializado este jueves con una firma. La han estampado Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón,y Sergio Atarés, consejero delegado de Fertinagro Biotech, acompañados por el presidente de Aragón, Javier Lambán y Generoso Martín, propietario del grupo agroalimentario, en el convenio que recoge la cesión al Ejecutivo regional de cuatro patentes desarrolladas por la compañía. Una cesión que permitirá acercar a todo el sector primario de la Comunidad, sin coste alguno, a las investigaciones realizadas por la compañía para reducir las emisiones de amoníaco de los purines, su conversión en fertilizante orgánico y su posterior uso para el abonado sostenible de los cultivos de todo Aragón.
Serán cuatro las patentes, que serán conocidas en su conjunto como "la tecnología de los purines", las que pasarán a manos del Ejecutivo regional, una cesión temporal y circunscrita al territorio de la Comunidad autónoma que, si bien se alargará durante la vida útil de la patentes (le quedan 17 de los 20 años que tienen estas licencias), se irá renovando anualmente para su actualización.
Dos de esas patentes, dos están centradas en la estabilización del nitrógeno de los purines de las granjas porcinas, tanto para evitar las emisiones de amoníaco como para su transformación en fertilizante orgánico. Las otras dos licencias se centran en investigaciones realizadas para potenciar el nitrógeno de manera que pueda aprovecharse de la manera más eficiente para el abonado de las tierras agrícolas.
Para ello la empresa en una experiencia piloto en Cinco Villas que estará operativa en unos dos meses y en la que se analizarán, junto con las cooperativas y las agrupaciones de defensa sanitaria, la aplicación de dichas patentes. Sus resultados, ha detallado Atarés, podrían ser una realidad en unos dos años.
La aplicación de estas tecnologías no solo supondrá un beneficio medioambiental e iniciará el camino para situar a la Comunidad en pionera y primera en la sustitución de la fertilización química por la orgánica. Además aportará ventajas económicas al sector y al conjunto de la Comunidad.
De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza al que ha hecho referencia Lambán cifra en unos 100 millones de euros al año el beneficio potencial para el sector agropecuario, porque se calcula que la aplicación de estas tecnologías es de 10 euros por cabeza. Además se estima en 1.000 millones de euros el beneficio social y medioambiental que sumaría la Comunidad por el uso de dichas patentes.
"Es un orgullo que nuestro trabajo pueda conducir a la Comunidad a convertirse en la primera en la que se realiza una producción más sostenible y unos alimentos más sanos y más asequibles", ha destacado Sergio Atarés, que con esta cesión Térvalis quiere participar con la sociedad que "tanto nos da dado".
"Democratizar" la investigación
El jefe del Ejecutivo autonómico ha agradecido la decisión de Fertinagro de "democratizar" el uso de estas patentes, para cuya investigación y desarrollo así como en tecnología para industria ha invertido casi 60 millones de euros. Un gesto con el que además renuncia a los 27 millones anuales que podría obtener la compañía con su aprovechamiento en el mercado.
Fertinagro seguirá siendo el titular de las patentes, pero el Gobierno de Aragón podrá utilizarlas como ayuda en la producción agrícola. "Es la visualización de la colaboración pública y privada", ha señalado el consejero de Agricultura que ha recordado que la sustitución de los fertilizantes minerales por los orgánicos "es un gran reto y una gran ambición de Aragón", que de esta manera se adelanta además a una directiva europea que ahonda en una mayor reducción de gases nocivos.
