Depósitos a tope para aprovechar las últimas ayudas

El fin de la bonificación de 20 céntimos por litro en los carburantes ha llevado estos días a numerosos conductores a las gasolineras, que han llegado a duplicar sus ventas. 

Afluencia de vehículos en una estación de servicio del centro de la capital aragonesa.
Afluencia de vehículos en una estación de servicio del centro de la capital aragonesa.
Francisco Jiménez

Pilar Colina todavía llevaba medio depósito de combustible en su vehículo cuando paró este viernes a repostar en una gasolinera del centro de la capital aragonesa. "Voy a llenarlo a tope porque hay que aprovechar la bonificación", explicaba la conductora, que aseguraba que ha notado mucho en su bolsillo la ayuda del Gobierno para amortiguar la disparada subida de los precios del gasóleo. A su lado Hugo Pumisacho reconocía también que aunque no tenía que utilizar mucho el vehículo hasta el próximo lunes había preferido adelantar la compra de carburante para contar todavía con el descuento de 20 céntimos por litro. Y como ellos los numerosos conductores que, desde el pasado martes en el que el Gobierno anunció la eliminación de este descuento a partir del 1 de enero, han protagonizado el ir y venir de clientes que se ha vivido estos día en las estaciones de servicio aragonesas.

"Hay una mayor afluencia de conductores en todas las estaciones de servicio, tanto de Zaragoza, Huesca y Teruel que en estas mismas fechas del pasado año. Incluso en algunas empresas me han comentado que están duplicando las ventas", explicó este viernes Pilar Soto, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar), que reconoció que todavía no hay cifras concretas de consumo porque "queda todavía un día (por hoy) en el que la medida esta vigente".

Lo que se ha notado, señala Soto, es que "la gente esta llenando los depósitos", una circunstancia que antes no era tan habitual "excepto aquellos que iban a realizar un viaje o un trayecto largo". Aún más, la presidenta de Aesar incluso ha constatado que hay clientes que no solo han acudido a las gasolineras para repostar sus vehículos sino que "alguno ha ido con garrafas homologadas para aprovisionarse".

Esta mayor afluencia no ha provocado, sin embargo, problemas de aglomeraciones. "Ha habido mucha fluidez", añadió Soto, que recordó que estos establecimientos tienen unos horarios muy amplios "que permiten a los clientes repostar de forma escalonada" y aunque se produjeron casos puntuales de cierta tardanza en los pedidos tampoco se han producido el temido desabastecimiento. "Lo que si me consta es que para las empresas que nos sirven a las más de 11.600 estaciones de servicio que hay en toda España ha sido una auténtica locura atender al mismo tiempo a tantos pedidos", explicó Soto, que detalló que las empresas que sirven gasóleo a las viviendas o a ciudadanos particulares también han visto notablemente incrementado su trabajo por la previsión de los clientes de disponer del producto antes de perder la bonificación.

Soto considera que no era todavía el momento para terminar con esta medida porque aunque los precios han bajado si se comparan con los niveles que alcanzaron en verano, "el diésel sigue estando todavía entre un 23% y un 27% más caro". Reconoció que tiene serias dudas de que no se produzcan nuevas subidas y recordó a partir del 1 de enero, cuando entre en vigor la Directiva de Calidad de Carburantes, que ya elevará el precio entre tres y seis céntimos. "Todo ello podría volver a retraer el consumo", puntualizó.

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