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Tope al gas en la factura: 200 euros de más en el recibo por cobrarlo cuando no tocaba

Muchos consumidores todavía no tienen claro dónde aparece este nuevo concepto del recibo de la luz, en el que hay algunos casos de errores de las comercializadoras.

Tope al precio del gas en una factura de la luz.
Tope al precio del gas en una factura de la luz.
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Desde el pasado verano los consumidores han ido viendo un nuevo concepto en sus facturas de la luz. El mecanismo aprobado por el Gobierno para tratar de controlar la escalada de precios del gas tiene reflejo en el recibo, aunque son pocos los usuarios que están al tanto. De hecho, todavía hay confusión a la hora de saber dónde se carga esta nueva cuantía, si en el recibo de la luz, en el del gas o en ambos.

La primera confusión llega por la denominación de 'tope al gas' por la que es conocido coloquialmente el 'Mecanismo de ajuste de costes de producción para la reducción del precio de la electricidad en el mercado mayorista'. Se trata de un límite temporal al precio del gas para que sea vendido a las empresas de producción de electricidad a un máximo de 40 euros por megavatio hora (MWh). El coste del gas es uno de los principales componentes que determinan el precio de la luz. La diferencia entre el precio real y ese tope se paga entre los clientes eléctricos y la parte que corresponde a cada usuario aparece en su factura. Así quedó fijado en el Real Decreto Ley 10/2022 de 15 de mayo, que fijó la cantidad. 

Subida en las facturas

En la práctica, esta medida está suponiendo subidas en las facturas, debido a los elevados precios del gas que hacen que salvo en alguna ocasión el precio del mercado haya quedado por debajo del límite fijado por el Gobierno y no haya hecho falta aplicar el mecanismo. Para saber si ya se ha incluido en la factura hay que buscar en el apartado de facturación. Aquí se puede ver un modelo de factura en la que se ve este concepto, aunque la distribución de los apartados de los recibos varía según la compañía:

En un año en el que los precios de la energía se empezaron a disparar desde el inicio de la guerra en Ucrania a finales de febrero, muchos consumidores cuando ven que su factura de la luz aumenta lo achacan a la situación actual. Solo algunos que siguen más pendientes lo localizan y, en algún caso, hasta detectan algún error. Este ha sido el caso de un zaragozano al que su compañía le ha devuelto recientemente 200 euros por empezar a cobrarle el tope del gas antes de lo que preveía la ley.

"Fueron unos 200 euros de tres facturas en las que no le correspondía el tope al gas", explica Alejandro Marín, delegado de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en Aragón. El afectado tenía firmado un contrato en el mercado libre que recogía un precio fijo, pero "con posibilidad de cambiar de tarifa dentro del mismo contrato según los consumos", detalla el también abogado. La normativa que introdujo el tope del gas indicaba que para los consumidores con contratos en el mercado libre, que normalmente son de un año de duración, no se aplicaría hasta que no tocara renovarlos. En este caso, su comercializadora eléctrica se lo aplicó porque había cambiado de tarifa, pero él reclamó porque era una opción dentro del mismo contrato ya que le quedaban varios meses para tener que renovarlo.

"Iba revisando lo que llevaba consumido, comparaba precios. Se dio cuenta porque llevaba cierto control y sabía cuándo vencía el contrato"

"A los dos meses de cambiar de tarifa le empezaron a aplicar el mecanismo del tope del gas", añade Marín. El usuario reclamó pero "solo le decían que había hecho un cambio de contrato", sin reconocerle que solo era de tarifa y que estaba permitido dentro del mismo contrato. Cuando fue la asociación la que se dirigió a la compañía "reconocieron el error y le devolvieron las cantidades que le habían cobrado de más", concluye. El importe rondó los 200 euros que sumaba el concepto por el tope del gas entre las tres facturas. Cuando llegó la fecha de renovarlo, el cliente tomó la decisión de cambiar de compañía.

En este caso, Marín reconoce que el consumidor se dio cuenta porque estaba pendiente de sus facturas, tenía conocimientos previos y hacía un seguimiento. "Iba revisando lo que llevaba consumido, comparaba precios. Se dio cuenta porque llevaba cierto control y sabía cuándo vencía el contrato", cuenta. Sin embargo, para la mayoría de consumidores el recibo es un verdadero galimatías que es complicado entender.

"Mucha gente no se da cuenta. Lo que más siguen llegando son consultas por cambios de comercializadora con opacidad o engaño. De eso sí que se dan cuenta, del cambio de compañía", afirma Marín.  

La asociación también recibe casos de personas que contrataron tarifas fijas de luz con contratos de más de un año de duración, para intentar esquivar la subida de los precios, pero que finalmente no se han respetado. "Cuando empezó la crisis energética había algunos contratos a dos o tres años a precio fijo y algunos de esos clientes incluso recibieron una pequeña comunicación de sus compañías diciendo que no iban a aplicarles el mecanismo porque entendían que el contrato era de esos años" indica Marín. Sin embargo, las comercializadoras consultaron a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre cómo aplicar el tope del gas y esta dijo que había que entender que los contratos eran anuales.

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