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Trump alarma a las bodegas aragonesas al incluir al vino en su guerra comercial

Un aumento de los aranceles a este producto dañaría al sector vitivinícola, y en especial a la DO Calatayud

ARAGON PUEBLO A PUEBLO. SANTA EULALIA DE GALLEGO. BODEGA PEGALAZ / 30-08-2017 / FOTO: LAURA URANGA [[[FOTOGRAFOS]]]
Uvas en una bodega de Santa Eulalia de Gállego, en Zaragoza
Laura Uranga

La amenaza de Donald Trump de aumentar los aranceles al vino francés -y, por extensión, al comunitario- ha puesto en alerta al sector en Aragón, y especialmente a la DO Calatayud, ya que este país es su principal cliente. Aunque la medida sigue restringida por ahora a la mente del errático presidente de Estados Unidos, el precedente de la aceituna negra hace temer que el daño sea considerable.

Fue hace dos semanas cuando, en un programa televisivo, Trump -por cierto, un abstemio declarado- se quejó de que Francia imponía unos aranceles al vino estadounidense más elevados que en el caso contrario y amenazó con elevarlos. En concreto, el vino que exporta EE. UU. a la UE va gravado con entre 11 y 29 céntimos por botella, mientras que cuando el producto viaja de Europa a América el gravamen es de entre 5,3 y 12,7 céntimos por botella. Una diferencia que, sin embargo, no impide que Estados Unidos importe cerca de 2 millones de toneladas de vino al año.

En este contexto, las bodegas aragonesas aventuran unos nubarrones comparables a los que en su momento observaron los productores de aceituna negra. Y hay que apuntar que en este caso la magnitud del daño ya se traduce en cifras concretas: un 45,5% cayeron el año pasado las exportaciones de aceituna negra española a Estados Unidos respecto a 2017.

La documentación del ICEX, con datos de Aduanas, indican que Aragón vendió el año pasado vino a Estados Unidos por valor de 18,5 millones de euros, lo que convierte a este país como el principal destino individual del mundo, por delante de Alemania (15,7 millones) y Canadá (12,1). Prácticamente todo el volumen procede de Zaragoza, que con 18,2 millones de euros fue en 2018 la quinta provincia más exportadora de España, muy lejos eso sí de Barcelona (73,5 millones) o La Rioja (52,6 millones).

Y, dentro de la provincia Zaragoza, la DO Calatayud sería la más perjudicada, ya que el 22% de su producción total, que está en el entorno de los 14 millones de kilos, va destinado a Estados Unidos. Hay que apuntar que la denominación de origen bilbilitana es una de las que mayor ritmo exportador ha imprimido a su producción, ya que de cada cuatro litros que produce tres acaban en el mercado exterior, lo que la sitúa en el top 5 en este campo en el mercado nacional, según los datos del Ministerio de Agricultura correspondientes a la campaña 2015/2016.

“Cuando nos enteramos, nos dijimos: ‘Madre mía’. Con todas las trabas que ya ponen para llevar el vino allá, con todos los trámites que hay que hacer, y ahora esto. Nos causaría un impacto importante”, admite Javier Lázaro, secretario de la DO Calatayud. Aunque pide “esperar” a que se concrete la medida, si es que lo hace y en qué medida, recuerda el caso de la aceituna negra, en el que “pasó lo mismo y ahora les está haciendo mucho daño”.

"Con todas las trabas que ya ponen y ahora esto. Nos causaría un impacto importante"

Lázaro recuerda además que hay desde hace unos años una campaña en marcha impulsada por Aragón Exterior (Arex) para “potenciar la exportación” de vino de garnacha a Estados Unidos, un programa cofinanciado por Bruselas. “Lo normal es que, si se aplica el aumento de aranceles, la Unión Europea contraatacara con medidas similares, sería lo lógico. Si no, no estaríamos contentos”, advierte.

Sobre este programa habla su 'project manager', Sofía T. González. La responsable admite que "tendría un efecto importante, dado que es uno de los mercados más atractivos en términos cuantitativos y cualitativos para el sector", y más en un contexto en el que "los vinos denominados del 'nuevo mundo' han ido ganando cuota de mercado frente a los de origen europeo". González aporta datos también sobre el incremento de las exportaciones de vino de garnacha, que cifra en un 34,05% en cuatro años.

Otra denominación de origen que también acusaría el proteccionismo de Trump sería la DO Campo de Borja, cuyo volumen de exportación a Estados Unidos se queda en todo caso lejos de la bilbilitana. Bodegas Aragonesas es una de las que se vería dañada. Su gerente, Enrique Chueca, reconoce que “todo arancel es perjudicial”, aunque llama a la calma hasta que la medida sea real. En su caso, entre un 8% y un 10% de su producción tiene el país norteamericano como destino, un par de puntos por encima de la media española. “No es nuestro principal mercado. Para nosotros no sería dramático, pero sí que perderíamos aún más competitividad respecto al vino chileno o al propio estadounidense”, precisa.

A la preocupación por los aranceles de Trump se suma la situación del Reino Unido -uno de los principales destinos del vino español-, y no solo por el 'brexit', sino por el impacto de la subida de impuestos anunciada en otoño por el ministro de Economía, Philip Hammond.

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