Responsabilidad social: ¿Convicción o márketing?

En los últimos años la responsabilidad social se ha colocado como una de las preocupaciones de los gobiernos y las empresas. Las luces y las sombras de su evolución en los últimos 15 años han sido destacadas este jueves en la inauguración del 6º Congreso nacional de responsabilidad social que se celebra en Zaragoza. Teresa Fogelberg, experta de la organización GRI, que elabora informes de sostenibilidad, ha destacado del lado de los avances la “gran ola de transparencia” que se ha ido extendiendo por todo el mundo y que ha hecho que la responsabilidad social se ponga “en el nivel más alto político”, ahora con los 17 objetivos para el desarrollo (ODS) planteados por Naciones Unidas para 2030.

Sin embargo, duante su conferencia inaugural también ha enumerado los fallos que se han producido como el que haya sido utilizada como “herramienta de márketing” por algunos países y empresas, la baja calidad de algunos informes y la “caridad” poco transparente de algunas empresas defraudadoras de impuestos. Entre las amenazas actuales ha señalado las guerras comerciales, la ruptura de la Unión Europea con el ‘brexit’, la salida de varios países de los acuerdos de la Cumbre de París y la llegada de líderes nacionales “poco éticos”. Pese a ello, ha calificado de “positivo” el balance entre los retos conseguidos y los pendientes. Ha destacado la necesidad de que se impliquen las empresas para poder cumplirlos.

El ejemplo de España

Durante su intervención en Caixaforum ha asegurado que España es un “ejemplo” en el desarrollo de políticas de responsabilidad social, del que estar “orgullosos”. El país ha sido muy “activo” en este campo y se le tiene “mucho respeto desde el exterior en políticas de RSC”, ha dicho. En su intervención ha alabado al Gobierno español, que se encuentra entre los 47 que ya han presentado una memoria de sostenibilidad y que ha destinado financiación a las políticas de igualdad y la lucha contra la violencia de género, y a las empresas. “Las pymes españolas no han utilizado la excusa de que es muy complicado y supone mucha burocracia”. También ha resaltado la “calidad de sus profesionales”.

Directivos "activistas"

La primera mesa redonda del congreso tuvo un carácter marcadamente empresarial, con ponentes que se declararon abiertamente “activistas” en la defensa de los ODS de la ONU. Clara Arpa, consejera delegada de la empresa aragonesa Arpa Equipos Móviles de Campaña y miembro de la Junta del Pacto Global de Naciones Unidas, destacó la importancia de que las compañías se involucren de lleno en afrontar los retos que exige la sociedad hoy. Desafíos que Francisco Román, expresidente de Vodafone España y presidente de la Fundación Seres, acotó en la cuestión medioambiental como consecuencia del cambio climático y en las consecuencias de la implantación generalizadas de nuevas tecnologías en nuestra vida diaria. Arpa insistió en que las pymes pueden trabajar en estos ámbitos promoviendo una cultura interna en la que ella destacó su papel como una “hippie activista” en la materia. Josep Santacreu, consejero delegado de DKV, se reconoció también como activista al señalar que su grupo fue uno de los primeros en el mundo que vio evidente el impacto en el hombre del calentamiento global y expresó su preocupación por el aumento de la brecha entre ricos y pobres, una realidad a la que, dijo, “hay que dar respuesta desde las empresas”. Francisco Mesonero, director general de la Fundación & RSE Adecco Iberia, coincidió en esencia con sus compañeros de mesa y valoró la popularización de la ODS, “que se han convertido en un lenguaje común útil para todos”.

El congreso reúne durante dos días a expertos en responsabilidad social y analiza los retos de las Admnistraciones Públicas, el tercer sector, la postverdad, la ética y responsabilidad social en la cuarta revolución industrial, entre otros.