Los errores que cometes habitualmente y acaban con tus sartenes

Echar agua nada más terminar de cocinar, utilizar el estropajo o meterlas al lavavajillas son las acciones que más dañan estos utensilios.

Un uso inadecuado de estos utensilios termina con su vida útil.
Un uso inadecuado de estos utensilios termina con su vida útil.
Pixabay

Las sartenes son unos de los utensilios que más se utilizan a diario en la cocina y de los que hay que renovar de manera más habitual. Con el tiempo pierden su antiadherencia y resulta muy complicado preparar un plato sin que los ingredientes se peguen. Aunque se tenga cuidado y se crea que se siguen todos los procedimientos para alargar su vida útil, estos son los principales errores que se cometen y acaban con estos objetos.

Cocinar con utensilios metálicos

Muchas veces utilizamos utensilios metálicos para cocinar, ya sea tenedores o raseras. Un error que es muy común y destroza por completo el antiadherente de la sartén, consiguiendo que haya que comprar una nueva. Para evitarlo es esencial contar con cucharas de madera o de plástico y no utilizar, bajo ningún concepto, objetos punzantes.

Verter agua en la sartén nada más acabar

Otra de las acciones que se realizan comúnmente, y afectan a estos utensilios, es añadir agua nada más terminar de cocinar. Ya sea porque se tiene prisa y se limpia directamente o por que se deja a remojo para evitar que luego sea más complicado dejarlas relucientes, los cambios de temperatura tan bruscos destrozan la capa superior de la sartén.

Dejarla demasiado tiempo en el fuego

Aunque algunas recetas exigen que la sartén este caliente antes de cocinar, no es muy recomendable exponerla a estas temperaturas mucho tiempo, a pesar de que no lleve aceite, y hay que estar bien atento para que no se quede olvidada.

Calentarla por los lados

La temperatura es esencial, si la llama es muy grande, el fuego se irá hacia el exterior de la sartén, una parte que, en vez de calentarse, se quema. Por lo que, lo adecuado es utilizar un fuego medio bajo para que el calor se concentre en la parte central.

Desgastar la junta del mango

El mango de la sartén es una de las piezas que antes se rompen, ya que al ser de plástico se va desgastando con el calor. Si esto no se controla puede acabar desmontándose y puede tener consecuencias desastrosas si se separa mientras se está cocinando.

Utilizar el estropajo

Este objeto de limpieza puede ser la ruina para el antiadherente, ya que al limpiarlo lo arrastra. Por eso, es mejor quitar la suciedad la sartén con otras opciones como una esponja de nylon.

Meter en el lavavajillas

En ocasiones, cuando se termina de hacer la cena muy tarde y el cansancio del día se acumula, los utensilios de cocina van directos al lavavajillas, entre ellos las sartenes. Este gesto, aunque cómodo, es un error, ya que el detergente las desgasta, por lo que, lo mejor es pasarles un papel por encima y guardarlas.

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