Carlos Buesa: "Una empresa biofarmacéutica con ambición tiene que estar en EE. UU."

El aragonés Carlos Buesa es consejero delegado de Oryzon Genomics, compañía biofarmacéutica de fase clínica que cofundó en 2000.

Carlos Buesa.
Carlos Buesa.
Aránzazu Navarro

¿En qué momento empresarial se encuentra Oryzon?

En un estadio de crecimiento y de plena expansión del proyecto farmacéutico. Llevamos tres años de andadura bursátil y nos hemos convertido en uno de los valores más líquidos dentro del segmento de pequeñas compañías en el mercado español. La situación financiera es robusta. Tenemos cinco ensayos clínicos de fase II, lo cual da idea de la ambición y la rotundidad con que la compañía está intentando desarrollar sus medicinas experimentales para el bien de los pacientes.

¿Cuántos trabajadores tienen?

Directamente, 40 personas.

Oryzon cuenta con oficinas en España y EE. UU. ¿Prevén abrir más?

Sí. La compañía está desarrollando una intensa labor en Estados Unidos, tanto a nivel de colaboraciones científicas y médicas como de desarrollo de negocio y de relaciones con los inversores. Yo paso más del 40% de mi tiempo en EE. UU. Tenemos una presencia constante, además de tener una oficina en las cercanías de Boston. Y es obvio que cuando la compañía vaya avanzando en los planes que tenemos, vamos a tener gente de forma permanente contratada allí también.

Para una biofarmacéutica, ¿es vital tener presencia en ese país?

Así es. En estos momentos, un porcentaje elevadísimo de la innovación científica a nivel global y farmacéutica en particular mundial se está haciendo en Estados Unidos. Una empresa biofarmacéutica europea con ambición tiene que estar ahí de una forma o de otra.

¿Tendría que copiar algo Europa del sistema americano?

Son sistemas muy diferentes. Centros de excelencia también hay en Europa y España. En Europa hemos avanzado a un modelo de cohesión económica y regulatoria, pero estamos todavía lejos de ser los Estados Unidos de Europa y esto hace que cuando uno tiene un fármaco tienes que pelearte con el ministerio en Madrid, con el ministerio en París, en Londres, Berlín... Y esto hace que la llegada de la innovación a los mercados europeos siempre sea más difícil. El acceso al mercado de la innovación es lo que justifica la inversión. En Europa tenemos un acceso al mercado de la innovación menos eficiente que en EE. UU.

Oryzon está trabajando en enfermedades del sistema nervioso central, como el alzhéimer. ¿Cree que se podrá acabar con ella?

El alzhéimer lo vamos a curar sin duda. Hay que ser realistas y saber que nos va a costar tiempo. Es una enfermedad complicada y que conocemos todavía poco. Es posible que lo que hoy entendemos como alzhéimer dentro de 10 o 15 años lo podamos subdividir en 6, 8 o 10 tipos diferentes de alzhéimer y, por lo tanto, cada uno de ellos tendrá su aproximación terapéutica y su molécula o su colección de fármacos. También hay que transmitir a la población, a los enfermos y las familias que se están haciendo muchos esfuerzos. Oryzon es la única empresa mundial en estos momentos que está haciendo una aproximación epigenética.

¿En qué consiste?

Con nuestras moléculas epigenéticas hacemos un cambio global en cómo las neuronas expresan sus genes y así conseguimos bajar la inflamación cerebral y hacer que las neuronas hablen entre sí de una manera más eficiente. Lo hemos probado de una manera muy clara en animales y ahora hay que ver cómo funciona en humanos. Esa es la prueba del nueve.

¿Cuándo se hará?

Tenemos en marcha el primer ensayo y es ambicioso. Va incluir 150 pacientes entre Europa (el Reino Unido, Francia y España) y EE. UU. Pacientes con alzhéimer en estadio leve o moderado.

También acaban de recibir la aprobación para un ensayo clínico en el campo de la leucemia.

ORY-1001 es una molécula que habíamos licenciado a Roche, no quiso continuar con ella y nosotros vamos a iniciar un estudio de fase II en leucemia mieloide en pacientes que por su edad no se les puede administrar la quimioterapia convencional. Ya está aprobado y a punto de iniciarse en Vall d’Hebron en Barcelona y La Fe de Valencia. Y también estamos a punto de iniciar un ensayo de cáncer de pulmón de célula pequeña (el cáncer de pulmón del fumador).

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