La cuentas de Opel España vuelven a positivo al ganar 33,6 millones frente a un 2016 en pérdidas

La mayor demanda del mercado y los dos nuevos modelos fabricados en la planta de Opel en Figueruelas –el Crossland X, cuya producción arrancó en abril de 2017, y el Citroën C3 Aircross, en agosto de 2017–, han hecho que las cuentas de Opel España vuelvan a números positivos con unas ganancias de 33,5 millones (34,2 millones antes de impuestos) frente a las pérdidas de 3,2 millones registradas el año anterior. Los resultados, ya depositados en Registro, indican que la cifra de negocio de la filial española de Opel se sitúa en 4.606 millones en 2017 frente a los 4.297 millones de 2016, lo que supone un incremento del 7%.

En cuanto al volumen de coches fabricados, fueron 21.000 más el pasado año, un 5,8% de incremento, al haber alcanzado 382.000 en 2017 frente a los 361.000 de un año antes. Una producción que supuso hacer 1.851 coches al día y que representó el 40,6% de la producción del Grupo Opel/Vauxhall. Las perspectivas para este 2018 es llegar a 440.000 unidades, lo que supondría un repunte del 15%, si bien habrá que esperar a que el mercado confirme estas expectativas favorables dadas a conocer por los sindicatos.

Volviendo al informe de gestión de las cuentas anuales de la que hasta el 1 de agosto de 2017 era General Motors España y desde entonces, con la compra por parte de PSA, pasó a ser Opel España, elaborado por Deloitte, se destaca que "Opel/Vauxhall está aprovechando al máximo las sinergias con el grupo francés", sobre todo en materia de ahorros, y en un apartado sobre la ‘evolución previsible del negocio’ "prevén un aumento integral de la competitividad de ambas marcas mediante aspectos tales como la reducción del número de plataformas que la firma alemana usa para la fabricación de sus vehículos (de 9 actuales a 2 en 2024) y el lanzamiento de nueve nuevos modelos para el año 2020", de los que mencionan el Corsa y también su versión eléctrica, que Figueruelas hará en exclusiva.

El informe de Deloitte que explica las cuentas de Opel España habla de "grandes logros dentro del grupo Opel/Vauxhall tales como la reducción de un 17% de los costes fijos (gracias a mejoras en todas las áreas) y la reducción de costes de desarrollo de nuevos vehículos (se han reducido en más de la mitad los costes de desarrollo del nuevo Corsa)". Como ya dijo el presidente del grupo francés, Carlos Tavares en su visita reciente a la planta, "se está en el buen camino", pero hay que seguir optimizando costes ya que la factoría de Figueruelas todavía en coste por coche resulta más cara que la de PSA en Vigo.

El balance de 2017 de Opel España alude también al incremento de plantilla, "alcanzando 5.450 empleados al cierre de 2017 frente a los 5.328 empleados en 2016" y a sus características: "la antigüedad media es de más de 21,11 años y más del 97% de los empleados son fijos" mientras que la media de edad es de 46,45 años.

La sociedad Opel Automobile

Fuentes conocedoras de la factoría recordaron que no son las cuentas de Opel España ni de ninguna otra filial las relevantes sino las de la sociedad Opel Automobile, la que desde julio de 2014 asume el riesgo de todas las unidades de negocio en los distintos países. Aunque dicha sociedad sigue en pérdidas, el informe que audita las cuentas de Opel Figueruelas recoge que de acuerdo al plan estratégico ‘PACE!’, aprobado el pasado año, se volverá a beneficios en 2020. "Los administradores solidarios de la sociedad consideran que de acuerdo con dicho plan a largo plazo y junto al apoyo financiero del grupo, no existen dudas sobre la capacidad de la sociedad para continuar con su actividad".

"Desde julio 2014 todas las unidades de negocio en los distintos países tienen un beneficio garantizado, excepto Opel Automobile, que es la que asume el riesgo y consolida los resultados", añadieron las mismas fuentes, que explicaron que las fábricas de España, Alemania, el Reino Unido o Polonia operan "con un beneficio prefijado contractualmente, de los contratos de ensamblaje y distribución y ventas".

Por eso, indicaron que al margen de fluctuaciones como la del año pasado, cuando los resultados en España volvieron a ser negativos –con una pérdida de 3,2 millones, frente a los 291,5 millones de beneficio que obtuvo en 2015– por un cambio en la norma que limitó el uso de créditos fiscales a las grandes empresas, los resultados de 2017 están en línea con los del ejercicio anterior. Eso sí, registran una ligera mejora por el incremento en la producción y el repunte de la demanda.