Aunque no consiguió incrementar en 2017 los excelentes números de 2016, el sector del automóvil en España obtuvo el año pasado positivos registros y mira al futuro inmediato con fundamentado optimismo. La fabricación de vehículos y de componentes en España permitió al sector en su conjunto superar en 2017 los 100.000 millones de euros de fabricación y generar 5.300 puestos de trabajo nuevos. Así lo recoge el informe anual de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), presentado este jueves en Madrid.

En concreto, según el documento de la patronal, los fabricantes de automóviles registraron una facturación total de 64. 569 millones de euros, un 4% más que en el mismo periodo del año anterior. "Con este crecimiento de los ingresos de las automovilísticas que operan en España, el peso del sector en el PIB se mantiene en el 8,6%, lo que refuerza su presencia en la industria española", indica el informe. La industria, señala también, consiguió incrementar en un 5,7% el empleo generado en 2016, hasta los citados 5.300 empleos más. "Es un empleo de calidad, cualificado y estable dado que el 83% de estos contratos son indefinidos", asegura Anfac.

España mantuvo el año pasado su posición como octavo fabricante mundial de vehículos, recuerda la patronal de fabricantes, pese a la ligera caída de la producción del 1,5%. El número de exportaciones se mantuvo estable, con 2,3 millones de vehículos vendidos fuera de las fronteras españolas, así como el valor de las mismas, que se quedó en 37.370 millones de euros, destaca el informe.

En España se fabrican 42 modelos diferentes (4 de ellos en la planta de PSA/Opel en Zaragoza: el Corsa, el Mokka X, el Crossland X y el C3 Aircross) y en el último año se adjudicaron ocho nuevos vehículos a las fábricas del país. En los próximos 18 meses, se esperan 15 nuevas adjudicaciones, de las que la mitad vienen con versión alternativa (híbrido, eléctrico y gas), un paquete que incluye la próxima generación del Corsa y su versión eléctrica, que se ensamblarán en la factoría de Figueruelas.

Las inversiones en el país por parte de la industria registradas en 2017 se incrementaron en un 11%, hasta los 2.160 millones de euros, según el informe de Anfac. En cuanto a la aportación del sector a las arcas públicas, el automóvil generó unos ingresos al erario público de más de 28.138 millones de euros el pasado año, un 6% más que en 2016, precisa.

Por lo que respecta a las previsiones de mercado, la patronal de fabricantes espera que 2018 termine con un crecimiento en el entorno del 8%, con un incremento de las ventas en todos los canales. "Esta subida de las matriculaciones se produce en el periodo más largo del mercado sin planes de estímulo a la demanda desde el año 2000", apuntaron desde la organización antes de reseñar que se cumplen ya 23 meses desde que se agotaron los fondos del último plan PIVE, en junio de 2016.

En este sentido, el vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, destacó la importancia de que el sector y todos los agentes implicados en su desarrollo sigan trabajando para hacer frente a los retos que la industria del automóvil afronta en los próximos años. Un ámbito en el que citó una apuesta por sacar adelante reformas para mejorar la competitividad industrial ante un entorno cambiante, medidas para frenar el envejecimiento del parque automovilístico, un impulso serio a la movilidad inteligente, eficiente, sostenible y compartida y la necesidad de crear un marco regulatorio, en Europa y en España, favorable para la implantación de las nuevas tecnologías así como para la llegada del vehículo autónomo y conectado. Esos son los cinco principales objetivos que se ha marcado Anfac para reforzar el crecimiento de fabricación de automóviles en España.

Armero es el promotor del plan 3 millones de Anfac, que apuesta por la fabricación de ese número de vehículos al año en España. Ese objetivo no se ha cumplido hasta ahora. En 2017 fueron 2,84 millones, y un año antes, 2,89 millones.