La cooperativa Los Monegros invertirá en los próximos cinco años más de 5 millones de euros para ampliar y mejorar sus instalaciones de Sariñena y Villanueva de Sijena, ambas localidades oscenses donde cuentan con centros productivos y de almacenaje.

Sus primeras actuaciones acaban de ponerse en marcha con el inicio de las obras de un nuevo centro logístico situado en el polígono industrial de Sariñena, frente a las oficinas centrales de la cooperativa. Con una superficie de 9.200 metros cuadrados, estas nuevas instalaciones tendrán capacidad para 40.000 toneladas, lo que permitirá la ampliación de la capacidad de almacenaje de la cooperativa, pero también una reducción de costes logísticos y la centralización de la gestión de la actividad. «Los antiguos almacenes son bajos y de acceso limitado», explica José Miguel Ochoa, gerente de la cooperativa, que aglutina a 500 socios que se dedican a la producción, transformación y comercialización de cereales, cebada y alfalfa, esta última con destino a los mercados internacionales. Ochoa destaca que dado que en los últimos años se ha incrementado de forma significativa la producción con dobles cultivos «la falta de espacio para guardar las cosechas nos obligaba a vender muy rápido», por lo que se hacía cada vez más necesario contar con nuevas infraestructuras que dieran respuesta a las 180.000 toneladas que producen actualmente.

El plan quinquenal de inversión, aprobado por la asamblea general a finales del pasado año, incluye además la remodelación de la deshidratadora para reducir las emisiones de polvo, así como la mejora del secadero de maíz y arroz que esta cooperativa tiene en Villanueva de Sijena.

Generar valor añadido

Ochoa insiste en que la apuesta inversora de la cooperativa con sede en Sariñena, una de las principales sociedades de la provincia de Huesca, tiene la vista puesta en la generación de mayor valor añadido. De hecho, desde hace unos seis años y «poco a poco» Los Monegros produce cebada malteada -actualmente unas 40.000 toneladas- que venden a La Moravia, la maltería que la cervecera Estrella Damm tiene instalada en la localidad catalana de Lérida.

«Es un producto que genera mayor valor para los agricultores puesto que cuenta con una prima que mejora su precio», señala el gerente de la cooperativa que explica que las nuevas instalaciones permitirán realizar la clasificación (por variedades, por homogeneidad) y una venta más adaptada a las necesidades del cliente de este producto.

La cooperativa, que factura 45 millones de euros, emplea a unos 70 trabajadores en campaña y cuenta con 14 centros de trabajo en toda la comarca, produce además maíz isogénico (para consumo humano), con el que provee a la empresa Tereos.