I+D+i aragonés para competir con el vertedero

Sisener Ingenieros y el Instituto de Carboquímica lanzan con apoyo europeo un nuevo método para tratar los residuos sólidos

Ramón Murillo, científico e investigador del Instituto de Carboquímica
Ramón Murillo, científico e investigador del Instituto de Carboquímica
José Miguel Marco

La firma zaragozana Sisener Ingenieros y el Instituto de Carboquímica se han hecho con apoyo del programa europeo de financiación Horizon 2020 (H2020) para el lanzamiento de su proyecto Pirocrack, un nuevo método para tratar los residuos sólidos urbanos (RSU) y evitar el envío de desechos al vertedero, acción por la que se apuesta en las instituciones comunitarias. El objetivo último es que con plantas pequeñas diseñadas al efecto –que se construirían en la segunda fase del proyecto, a partir de octubre próximo– sea posible valorizar residuos cerca de donde se producen, lo que permitirá reducir costes en el tratamiento de basura respecto a lo que se hace hoy (vía icineradoras o vertederos) y ser más amigables con el medio ambiente.

La tecnología Pirocrack, según indican desde Sisener, consiste en la combinación de un proceso de pirólisis convencional y una reacción de craqueo térmico. En consecuencia, como productos de conversión, se obtiene un carbón con una composición homogénea en el reactor de pirólisis y un gas de síntesis de alto poder calorífico en el reactor de craqueo. «El proceso no solo es autotérmico sino claramente excedentario de energía que puede utilizarse en aplicaciones térmicas o para generación de electricidad de un motor o una turbina», explica Javier Sanz Osorio, director general de Sisener Ingenieros, empresa con sede central en Zaragoza.

El proyecto, según apuntan Sanz y Ramón Murillo, investigador del Instituto de Carboquímica, surge de un acuerdo de colaboración genérico que mantienen desde hace años Sisener y el citado centro, que está ubicado en el campus universitario Río Ebro de Zaragoza y desarrolla su actividad científica en el área de Ciencias y Tecnologías Químicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«Queremos centrarnos en instalaciones de pequeño tamaño, para las grandes ya está la incineración. Nuestro objetivo es competir con el vertedero», afirma Murillo, experimentado investigador del CSIC, que precisa que las plantas que se construirían para valorizar tendrían un tamaño de 300 metros cuadrados.

Las ventajas del proceso

Entre las grandes ventajas de llevar adelante el proceso de Pirocrack, Javier Sanz Osorio destaca sus bajos niveles de inversión y la posibilidad de aprovechar y procesar emplazamientos donde la cantidad de residuos no es grande, sin olvidar la posibilidad de generar empleo local. Es decir, ciudades medianas y pequeñas o pueblos, para los que hoy no hay buenas soluciones, ya que –recalca– la incineración es para plantas grandes y la gasificación es para medianas y grandes, pero la gasificación tiene el problema adicional de que debido a la heterogeneidad de los residuos, los resultados no son buenos. Con el proceso Pirocrack, en cambio, «los residuos acaban convirtiéndose en un gas de alto contenido energético y carbón, con lo cual se obtiene una homogeneización de los residuos (gran problema en el tratamiento de los RSU) y se evitan envíos a los vertederos, en consonancia con las directivas europeas», señala el direcivo de Sisener.

Las emisiones que genera el proceso de Pirocrack, indican también sus impulsores, son mucho menores con respecto a procesos como la gasificación y la incineración, «ya que en estos, al producirse la combustión se generan dioxinas y furanos que se intentan paliar en alguna medida en el sistema de limpieza de gases, pero este se aplica después de la combustión, donde el grado de dispersión de las partículas perjudica su eficiencia, mientras que en la pirólisis de nuestro proceso la limpieza se realiza en el propio gas de pirólisis con mínima dispersión, consiguiendo un resultado mucho más eficienter y muy económico».

Socios expertos en reciclaje

Sisener Ingenieros y el Instituto de Carboquímica de Aragón llevan años trabajando juntos en iniciativas relacionadas con el reciclaje, que forma parte de la especialización de ambos. Juntos impulsaron desde 2013 un proyecto pionero en la valorización de caucho que fue frenado por las diferencias existentes entre el Gobierno de Aragón y Gesneuma, empresa del grupo López Soriano del PTR que tenía el contrato público de reciclaje de neumáticos fuera de uso, ya que la planta experimental que utilizaban estaba en esas instalaciones. La DGA resolvió en 2017 el contrato de Gesneuma y los promotores del proyecto de caucho, en el que también está la firma Petroeuropa, intentan retomarlo ahora con nuevos permisos.

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