Pepe Álvarez afirma que "empieza a haber condiciones para una huelga general en España"

Aunque "no es una cuestión que me plantee como objetivo final, empieza a haber condiciones en España para una huelga general". Es lo que ha dicho este jueves el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en la asamblea confederal anual que ha celebrado el sindicato fuera de Madrid con el fin de descentralizar la central y dar más voz a los afiliados a y las regiones en  general. "Nos gustaría tener un gobierno sensible que dijera a los bancos que ya basta de beneficios escandalosos a cuenta del préstamo que les hicimos o que dijera a los empresarios que toca repartir beneficios no solo entre los accionistas, pero si esas circunstancias no se dan, una huelga general puede ser posible", ha advertido.

Además, Álvarez ha aseverado, ante los 2.500 afiliados y delegados ugetistas venidos de toda España y que se han concentrado en el pabellón Siglo XXI de Zaragoza, que "la batalla de las pensiones la vamos a ganar" y que la "calle va a a ser determinante" por lo que ha animado a los compañeros a seguir movilizando a la gente para que el próximo 15 de abril, en todas las capitales españolas, jubilados pero personas de todos los colectivos sociales reivindiquen en grandes manifestaciones unas pensiones dignas.

"Si en las dos Alemanias están subiendo las pensiones un 3,5 y un 4% con una inflación inferior a la nuestra y un crecimiento económico por debajo del de España, qué razón hay en nuestro país para no hacerlo", se ha preguntado en voz alta. "Solo por la cerrazón de este Gobierno que solo quiere engordar a los que ya están muy gordos o ya ganan bastante", se ha respondido, a la vez que ha recordado que se necesitarían los 3.500 millones que el Ejecutivo da en subvenciones a la contratación para subir un 0,25% las pensiones. "Pero no nos vamos a conformar con eso", ha subrayado, ni tampoco con elevar un 1,5% las pensiones minímas porque "en 500 o 600 euros, es una porquería".

En cuanto al incremento salarial, el líder de UGT ha criticado la falta de voluntad de la patronal para alcanzar una Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) que permita subir los sueldos entre un 3% y un 4% que sería lo necesario para recuperar el poder adquisitivo perdido durante los años de la crisis. Apelando a que el "nivel de movilización actual no lo habíamos tenido en los últimos años", Álvarez instó a  salir a la calle para exigir "que no haya ningún convenio colectivo por debajo de un salario de los 1.000 euros" y eso, ha añadido, "que ya es posible en las empresas en las que tenemos representación hemos de conseguirlo en otras donde no hay delegados ni está UGT".

"Nos han atado una mano a la espalda", ha denunciado Daniel Alastuey, secretario general de UGT Aragón, al romper el mecanismo de la negociación colectiva, y "con las políticas de austeridad han roto también otro mecanismo de redistribución de la riqueza, la hucha de las pensiones y los servicios públicos". Por eso, ha urgido a "llenar las calles" porque "hay muchos derechos que recuperar" y están pendientes de derogar dos reformas laborales.

También, hay que luchar por el derecho de las mujeres a tener las mismas oportunidades que los hombres. En este sentido, Álvarez, entre los aplausos de los sindicalistas, ha recordado que "UGT es un sindicato feminista" y va a liderar cada día "una guerra sin cuartel contra los cerdos acosadores", ha dicho literalmente, en los centros de trabajo, pero también en la calle y en la sociedad. Además, el secretario general de UGT ha anunciado la creación de delegados y delegadas de igualdad en las empresas para ir recortando la brecha salarial y cualquier situación de diferenciación por géneros.

Por último, Álvarez ha felicitado a los compañeros de UGT Aragón por el "buen acuerdo" alcanzado en el convenio colectivo de Opel Figueruelas, pero ha advertido que este pacto y otros conseguidos para las plantas de Ford y Seat, "no servirán de nada si no hay políticas industriales que apoyen el empleo de calidad". El secretario general de UGT ha tenido también palabras de elogio para los compañeros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, "servidores públicos" que han conseguido, pese a las dificultades, incrementar sus salarios.